[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]La consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local de Navarra, Isabel Elizalde y el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, se han reunido con la Junta General de usuarios del río Queiles y del embalse del Val y las comunidades de regantes de la zona para abordar el proyecto de modernización de regadíos, que sirvan para el impulso de la actividad agroalimentaria que se aglutina entre Tarazona y Tudela.
El encuentro ha tenido lugar en Los Fayos (Zaragoza) y en él han participado también el Director General de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería Ignacio Gil, el titular de Aragón Jesús Nogués y personal técnico de ambas administraciones y de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
La consejera Elizalde ha destacado “la colaboración entre ambas comunidades para que el sector primario siga siendo una oportunidad de futuro para el desarrollo rural, con unas infraestructuras de agua adaptadas a un modelo sostenible”. Asimismo, ha informado de que a lo largo de 2018 el Gobierno de Navarra va a elaborar el Plan Director del Ciclo integral del agua en el que se van a analizar todos los sistemas de regadíos de la comunidad foral pendientes de estudio. “La posición de los regantes será clave y dependiendo de su decisión la gestión actual de la cuenca del Queiles cambiará”.
Por su parte, para el consejero Olona el impulso agroalimentario pasa por la modernización del regadío tradicional a través de la búsqueda de fórmulas innovadoras. “El reto es afrontar la fragmentación de la propiedad, ya que no basta con soluciones exclusivamente hidráulicas. Lo que requiere, además de la concentración parcelaria, de un enfoque innovador basado en el asociacionismo y la cooperación entre usuarios”.
El sistema de regadío del Val, lo conforman 10.214 hectáreas de huerta tradicional entre Aragón y Navarra. A Navarra corresponden cerca de 5.000 hectáreas en Monteagudo, Tulebras, Varillas, Ablitas, Cascante, Desolado de Lor y Tudela. Otras 5.200 hectáreas pertenecen a varias localidades aragonesas de la comarca de Tarazona y Moncayo
En la reunión se ha analizado la situación y las dificultades para ejercer la actividad agraria en la comarca. Así, el agua se reparte entre los usuarios a través de un complejo sistema, una red de acequias antiquísimas que se intercomunican mediante un complicado «sistema de derivaciones». La propiedad de la tierra está muy atomizada – sobre todo en la parte aragonesa – con parcelas de pequeña superficie, y además, con un gran número de propietarios la gran mayoría de los cuales no se dedican al sector.
La colaboración entre los gobiernos de Navarra y Aragón pretende la modernización del regadío con el fin de evitar su abandono progresivo y degradación de la huerta tradicional, adaptándola al contexto socioeconómico y ambiental vigente.[/ihc-hide-content]