“No hay dinero…” es la respuesta que se ofrece cuando las trabajadoras de la 3ª Planta del Hospital Reina Sofía (Medicina Interna) solicitamos más personal en plantilla.
El día 30 de septiembre llegó y con él la desaparición, por sorpresa, de los contratos covid, por orden de la Gerencia de Osasunbidea. Este hecho ha supuesto el despido de 5 enfermeras y 5 auxiliares de enfermería de nuestro servicio. Una acción que está conllevando consecuencias muy importantes para la propia planta, para el servicio y, lo más importante, para las personas que van a necesitar atención de un servicio que no se lo va a poder ofrecer con la calidad que merecen.
Es triste decir que, gracias al COVID19, se logró un aumento de personal, que es el que verdaderamente se necesita diariamente para poder garantizar un servicio de calidad. Es fundamental señalar que la población y los ingresos hospitalarios han aumentado notablemente, pero no el personal para atenderlos. Y es precisamente este cambio el que se viene solicitando desde hace mucho tiempo. Previamente a la pandemia ya se hizo, concretamente dirigido a la Dirección de Enfermería en 2019.
Por suerte o por desgracia, estamos en contacto con las carencias que tiene el Hospital Reina Sofía, ya que lo vemos a diario como trabajadoras, pero también como pacientes y acompañantes de nuestras familias. Quizás ahora, aunque objetivamente es el peor momento en muchos años, debemos plantearnos si ha existido una adecuada gestión que haya mirado por los intereses de la ciudadanía de la Ribera. Somos enfermeras, pero también ciudadanas y padecemos las consecuencias de no dimensionar la Planta como debería de ser, desde ambas perspectivas.
La solución planteada a dicho problema, y actualmente llevada a cabo desde Gerencia del Reina Sofía, es el cierre de 8 camas de nuestro servicio, lo cual se traduce en una disminución todavía más acusada de los recursos de los que se dispone en nuestra zona, pudiendo suponer incluso la posibilidad de tener que ingresar pacientes en otros centros de la Comunidad.
¿Realmente pensamos que es ésta la solución? Por supuesto que NO. Dicho cierre no compensa en absoluto el despido de 10 trabajadoras dada la fragilidad y la complejidad del paciente de Medicina Interna. No se trata solo de elementos cuantitativos sino de cualitativos, no solo somos y son números.
Por nuestra parte, esta nueva situación nos ha supuesto una reestructuración de turno, personal, forma de trabajar y un largo etcétera en un tiempo récord. Tras luchas, aguantar e invocar a la esperanza y vocación en innumerables ocasiones, HEMOS TOCADO FONDO. Siendo la nuestra una profesión vocacional que proyectamos en nuestro día a día, en este momento sólo podemos decir que sentimos tristeza, impotencia, decepción y abandono.
La situación es muy preocupante y lamentable. Se necesitan soluciones definitivas, no parches temporales, por eso decimos ¡BASTA YA!, demasiado tiempo llevamos en estas condiciones.
Por lo tanto, reivindicamos y exigimos enérgicamente un dimensionamiento justo de los recursos de la planta de Medicina Interna, que permitan unas condiciones dignas de trabajo y permitan ofrecer un servicio mínimo de calidad que merece la población de la Ribera.
PERSONAL DE LA TERCERA PLANTA DEL HOSPITAL REINA SOFIA.