Hace algunos años, enviábamos una carta mostrando nuestro malestar por el trato recibido en la gigantada de ese año, en la que estábamos participando pero, con el paso del tiempo, nos hemos dado cuenta que la organización de un evento de estas características debía tener unas directrices para que todo saliera a la perfección.
Por eso, creemos que debemos disculparnos públicamente, al igual que nos quejamos por aquel entonces y reiteramos a la Orden del Volatín nuestra disposición para participar en la gigantada de este año y de todos aquellos años en los que nos inviten.
Como bien dice el refrán: “Nunca es tarde si la dicha es buena”, es en esta ocasión, donde el tiempo nos ha demostrado que nos equivocamos y que debíamos disculparnos.
Los hermanos Gurria.