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Esteban Oliver, «Zazu» en el musical El Rey León del teatro Lope de Vega de la Gran Vía de Madrid, es de Buñuel, quiere a su pueblo con locura y siempre está en su mente. Al fin y al cabo siente sus raíces hasta lo más profundo de sus entrañas. Aquí, en su tierra ribera, nació el amor por la interpretación. Creció soñando que un día llegaría a estar en lo más arriba y su sueño se hizo realidad con mucho tesón, esfuerzo y capacidad de superación. Hoy es un actor consagrado y reconocido que ha pisado los mejores escenarios y ha participado en importantes programas de televisión.
Esteban, 8 años ya interpretando el papel de Zazu en el Rey Leon, ¿te cansa o crees que te sigue aportando recorrido?
Es cierto que estar ocho años haciendo el mismo papel es mucho tiempo, claro que sí, pero a parte de la satisfacción que puedo tener a la hora de salir al escenario y encontrarme un teatro completamente a rebosar, hay otros factores que me ayudan a hacer el día a día más llevadero, como por ejemplo ser consciente de que tengo una estabilidad laboral, tan difícil en esta profesión, o trabajar en la creación de futuros proyectos.
El papel de Zazú en El Rey León me ha dado muchísimas alegrías así como también algún que otro susto, pero debo confesar que hace algún tiempo que me estoy planteando cerrar ya esta etapa y buscar retos nuevos fuera de este gran musical.
¿Como viviste la experiencia en EE.UU. con este mismo personaje?
Fue realmente maravilloso. Vivir en primera persona una experiencia que jamás había soñado fue algo que me ha marcado para toda la vida. Tocar con mis propias manos el cielo del teatro musical en el corazón de Broadway es algo que a día de hoy aún me cuesta creer. Estuve muy cómodo en la compañía de “The Lion King” en Nueva York ya que todos sus componentes me hicieron sentir como en casa desde el primer día. Era la primera vez en la historia del musical que una persona de habla no inglesa sustituía a uno de los personajes principales y eso me colocaba en una posición de mucha responsabilidad. Aún así mi estancia en Estados Unidos fue inmejorable, la propia comunidad de actores me trató como uno más de la familia e incluso me hizo partícipe de varios eventos promocionales como cabeza de cartel.
Tu trayectoria esta plagada de éxitos, ¿Existe ya otro proyecto? ¿Puedes explicarlo?
Existen varios proyectos pero como buen supersticioso no puedo contar mucho ya que estamos en un proceso muy arduo de trabajo y consolidación. Hay que ser paciente y esperar un poco para que, como se dice en la jerga, las cosas no se gafen.
Hay que tener constancia y trabajar duro. Son proyectos en los que se han depositado mucha ilusión y en los que hay que atar muchos cabos. Es un proceso lento y a veces desesperante pero así tiene que ser para que finalmente podamos llegar con éxito al tan deseado día del estreno. Prometo que os enteraréis a su debido tiempo.
Tambien has trabajado en Television, ¿Que aprendiste al lado de Pepe Navarro, Juan Ramón Lucas, Jesús Vázquez y Belinda Washington?
Mi paso por la televisión fue muy enriquecedor en muchos aspectos aunque he de decir que también fue muy duro. Tuve la suerte de trabajar con grades comunicadores televisivos haciendo programas diarios que se emitían en directo. Era algo muy estresante. Pero quiero destacar con profunda admiración, el año que trabajé con Pepe Navarro en Vía Digital. De Pepe tengo muy gratos recuerdos y aprendí entre otras cosas a ser perfeccionista y a moverme con libertad en las diferentes disciplinas tanto técnicas como artísticas dentro del mundo de la televisión.
¿Y tu faceta de director?
Es un reto pendiente. Siempre me ha llamado la atención ponerme a dirigir actores aunque es algo que todavía me impone mucho. Supongo que es una barrera que tengo que romper para explorar unas cualidades que pienso que tengo ahí en algún sitio. Me parece un mundo apasionante y no descarto en un futuro enfrentarme a ello.
Eres buñuelero de pura cepa, ¿Que significa Buñuel para ti?
Buñuel es un pueblo humilde con gente que trabaja día a día para sacar a sus familias adelante . Yo nunca he tenido pretensiones de nada ni grandes ambiciones, pero sé que siempre he trabajado desde la humildad por lo que me gusta, he seguido mi sueño y he intentado sacar mi vida adelante trabajando duro para poder seguir avanzando. Creo que son grandes valores para encontrarse a uno mismo. Mi pueblo Buñuel, con sus gentes, dentro de su sencillez y recogimiento, así como mi familia, me ha aportado mi propia identidad. He tenido la suerte de viajar por el mundo y de visitar muchos países, trabajado aquí y allí, pero siempre, cuando miro atrás y pienso en mis raíces, allí aparece el orgullo de un pueblo humilde. Mi pueblo, BUÑUEL.
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