Vicky Ultura, Santi Lorente, Anabel Huguet y Luis Irala
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Los tudelanos Santi Lorente y Anabel Huguet han abierto las puertas de Bona Maison en la calle Concarera de Tudela, un establecimiento que ofrece un escaparate con los productos más representativos de nuestra tierra y que llegan a sus estanterías de la mano de proveedores que comparten con los impulsores del proyecto la pasión por la tierra, la gastronomía y el producto delicatessen.

El establecimiento levantó su persiana este miércoles con un pequeño acto en el que los dos emprendedores tudelanos estuvieron acompañados de amigos, compañeros del sector del turismo y de personas que han apoyado la iniciativa. «Estamos muy ilusionados», asegura Lorente. «Vivimos con mucha ilusión este tipo de cosas que se resumen en pasión por Tudela».

Lorente y Huguet explican que Bona Maison ha apostado por proveedores de nuestra zona que trabajan la biodiversidad, el producto bio y que ponen cariño a las cosas que se hacen en nuestra tierra. «Creemos que es algo bonito para Tudela y bonito para la Ribera porque la gente que viene a visitar esta ciudad y conocer lo que producimos le va a venir bien».

Las estanterías de Bona Maison, explica Lorente, «ofrecen lo mejor de nuestra tierra para que la gente de fuera viva la ciudad y lo disfrute desde el punto de vista gastronómico. En sus estantes se encuentran conservas de la Ribera Alta, vinos de la tierra, aceites, todo procedente de pequeños productores que comparten con nosotros la pasión por el producto y por la tierra, por un producto de calidad, y valores que van más allá como promover una alimentación sana, producida de manera más sostenible y respetuosa con el planeta». Además, Bona Maison tiene previsto colaborar con Villa Javier para que los productos frescos de su huerta puedan estar al alcance de quienes nos visitan, siempre, apunta Lorente, con un producto fresco y de temporada.

Entre los proyectos futuros está promover experiencias turísticas con los proveedores, de manera que quienes nos visiten puedan conocer de primera mano cómo se trabaja y producen los productos que luego disfrutan en la mesa.

A la aventura ideada por Lorente se ha sumado en esta ocasión Anabel Huguet que, reconoce, con esta apuesta vuelve a los orígenes comerciantes de su familia. «Cuando Santi me comentó la idea enseguida me ilusioné. Creo que hacemos un buen equipo. El imagina, sube a la nube y yo le engancho a la tierra. Junto con Vicky Ultra y Luis Irala, que son dos personas maravillosas,  creo que vamos a tirar para adelante».

La buena casa

Bona Maison es un nombre que aúna el espíritu del proyecto que inician Lorente y Huguet. Incluye el concepto de buena casa para acoger producto de calidad, pero por otra parte incluye aspectos sentimentales. Bona es el segundo apellido de Lorente. Además no le faltan las referencias históricas vinculadas a la tierra, ya que Bonamaison es el nombre de un despoblado del término de Ablitas.