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El Belén de la Basílica del Romero es el referente navideño del pueblo de Cascante. Con una historia de más de 25 años, este precioso montaje navideño se retomó en su momento con la ilusión de un grupo de vecinas que tras hablar y coordinarse con las personas que cuidan y velan por la Basílica y con el Párroco de la localidad, comenzaron restaurando las antiguas figuras que ya se tenían en la iglesia y creando nuevos elementos para completarlo (casas, plazas, fuentes, pesebre, etc.).
A día de hoy, el Belén consta con unos 50 m.2 de superficie repartida en diferentes pisos, en los cuales se van repartiendo las antiguas figuras y las nuevas adquisiciones que se han ido haciendo en estos años, así como las donaciones y regalo de figuras de vecinos y vecinas de la localidad. Ejemplo de esto es, la familia de un panadero del pueblo que nos regaló la figura de movimiento de un panadero amasando el pan. U otra familia que no vive en el pueblo pero que desciende de aquí y que nos trajo un año la escena del vino, donde dos hombres pisan las uvas y van haciendo vino… y así un sinfín de anécdotas que llenarían horas de charla.
En estos 50 m.2 cuadrados, el grupo de belenistas que lo montan, intentan encajar las distintas escenas de la vida en Belén, aunque con un toque un poco “Ribero”. La zona de campo, la zona de pueblo con sus casas y su plaza del mercado, sus huertos, sus rebaños, etc., es decir, con sus pequeñas historias de la vida en aquella época y con el guiño a nuestra localidad (una fuente como la que tenemos a la entrada de nuestro pueblo, en el monumento a Santa Vicenta, el vino de nuestra bodega en la figura del vino, el hombre cogiendo olivas al igual que antaño en nuestro pueblo, etc.). La estructura y planteamiento del Belén cambia cada año, siendo las distintas zonas demarcadas o planteadas de manera diferente, según nos marcan los dos ríos que hay en el Belén, de unos 5 metros cada uno y que desembocan en un pequeño lago que este año como novedad, cuenta con pequeños peces de colores.
Todo el escenario se llena de troncos quemados encontrados por los campos, así como piedras, pinos, trozos de maderas y demás elementos naturales que junto con las 18 figuras de movimiento y unas 150 figuras sin movimiento, componen este bonito cuento de Navidad.
El montaje dura aproximadamente un mes. Se suele comenzar después de la festividad de Todos los Santos, pero este año se ha retrasado un poco más y eso ha hecho que se haya tenido que trabajar un poco contrarreloj, con menos tiempo, pero no ha importado al grupo de trabajo.
El día de San Francisco Javier se inauguró este Belén de la Basílica del Romero y quedará a disposición de todas las personas que se quieran acercar a visitarlo.
ALGUNAS CURIOSIDADES
Desde hace unos años, toda la gente que ha colaborado en el Belén ha sido gente del pueblo que disfruta montando y preparando el material necesario para que todo funcione a la perfección. Que la luz funcione, que las figuras encajen y se coloquen donde deben, que las luces no se vean, que la brigada del ayuntamiento nos preparé el escenario, que el amigo agricultor nos prepare los olivos naturales pero pequeños para el vareador del campo de olivos, que el herrero nos dé virutas de hierro para la fragua, que el carpintero nos de serrín, que una vecina nos prepare los cardos atados del huerto de la planta de su puerta, que nos hagan un mantel para la mesa de la churrera, que la viña quede perfecta, que tenemos que hacer más casas para una calle, que los ríos no se salgan (que siempre el primer día se sale el agua por algún lado),… discutimos y nos reímos, todo al mismo tiempo, porque todo es en pro de que quede lo más bonito posible y que cuando nuestros vecinos y visitantes del Belén estén ahí enfrente observando, queden encantados con todo este trabajo.
PERSONAS QUE PARTICIPAN EN SU MONTAJE: Pili Fernández, Silvia Ruíz, Jose Antonio Gómez, Mario Clemente, Loli Calvo, Lucía Calvo, Ana Martínez, Mª Jesús Romeo, Yolanda Gómez, Andrés García, Mª Luz Camberos y María Úcar.
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