A las 10 de la mañana, había entre la gente una mezcla de entusiasmo, incertidumbre y sentimiento de responsabilidad. Iba a dar comienzo la Asamblea General de Batzarre
Los 122 afiliados y afiliadas que acudimos a la cita en la Escuela Navarra de Teatro de Pamplona-Iruña en la calurosa mañana del pasado 17 de junio teníamos un reto y un compromiso con nosotros mismos. Había que ordenar y organizar mejor nuestra propia casa: analizar la realidad política de Navarra y trazarnos nuestro propio camino.
En su transcurrir, nos fuimos percatando de que la Asamblea estaba sabiendo encarrilar este quehacer, lo que vino a suponer una autoafirmación del colectivo, alcanzando un alto grado de unidad en todas y cada una de las decisiones que hemos adoptado en el campo organizativo, en los valores éticos que han de presidir nuestra andadura institucional y en las posiciones políticas que defenderemos.
La Coordinadora, que es órgano de dirección cotidiana del colectivo, indica con claridad alguna de las pautas de la nueva orientación de Batzarre. De los 13 miembros que la componemos hay 6 mujeres y el 60 %, anteriormente, no formaban parte de la misma. Gente en su mayoría joven, que nos incorporamos con nuevas energías y propuestas a las diversas tareas a realizar. La elección se llevó a cabo por unanimidad, al igual que sucedió con los miembros del Consejo político.
Entre las gentes invitadas, además de personas amigas y conocidas, acudieron diversos representantes políticos: Eduardo Santos de Podemos, Juan Carlos Esparza y José Miguel Nuin, de Izquierda Unida, Eneko Larrarte, alcalde de Tudela, Isabel Aramburu, de Geroa Bai e Iñaki Bernal, senador por Unidos Podemos. A todos y todas, agradecemos su presencia entre nuestra gente.
Precisamente, por todo esto, tras este encuentro, Batzarre está más organizada, más unida, más preparada y más ilusionada para el camino a emprender durante los próximos años.
Como era previsible, el centro de la reflexión nos ha ocupado la situación política. En la sociedad navarra, al igual que en otros lugares de España, las pasadas elecciones de mayo de 2015 supusieron una gran convulsión. Se puso fin a un ciclo de gobiernos de derechas y nos comprometimos en un Gobierno de Cambio en Navarra. Pese a algunas discrepancias que hemos mantenido en cuestiones identitarias, tratamiento del euskera y en algunos asuntos con la Consejería de Educación, hacemos un balance positivo, en especial por los importantes avances logrados en el campo de los derechos sociales. El cambio se extendió también a los ayuntamientos más importantes de la Comunidad y en ellos participamos.
Hemos pasado el ecuador de la legislatura y en las reflexiones de la Asamblea consideramos que, lo que hemos logrado en el campo social e institucional, son pasos importantes en una andadura en la que todavía queda mucho camino por recorrer y que debemos proseguir sin interrupción.
Cuando en el lema de nuestra Asamblea General leemos “Mas cambios, más plural, más para las personas” apuntamos en la buena dirección. Lo que queremos decir es que hay que profundizar en los valores de izquierda, hay que avanzar en el respeto a la pluralidad y la convivencia de identidades que existen en Navarra, y hay que responder a las necesidades reales de todas las personas pero en especial a las más desfavorecidas.
Estamos en un escenario abierto y quizás irrepetible, donde las posibilidades para fortalecer la izquierda no nacionalista y hacer que sea el eje vertebrador de futuras transformaciones son realmente factibles, si hacemos las cosas bien. No podemos trabajar con viejas fórmulas del pasado marcadas por el sectarismo, la prepotencia o la desconsideración, que no nos han conducido a ningún sitio.
Hay que ensayar nuevos caminos desde la aceptación de que esta izquierda de la que hablamos es plural y diversa y de que todos somos necesarios porque solo la suma nos hará fuertes. Estamos convencidos de que es viable encontrar unas propuestas comunes que sirvan de base para lograr sólidos avances en los derechos sociales, convivencias de identidades y libertades.
Desde esta Asamblea, con la puesta al día de nuestro ideario y recursos, estamos abiertos al encuentro con otros colectivos sociales y políticos de Navarra. Somos muy conscientes de que cualquier transformación de calado pasa por agrupar energías y no vamos a regatear esfuerzos para avanzar en esta dirección.
Desde Batzarre iniciamos esta andadura hace más de 6 años con la puesta en pie de Izquierda-Ezkerra, cuyo balance positivo hemos ratificado en la Asamblea General.
En esta Asamblea, ha surgido el mandato de intentar ir más allá, de proseguir la confluencia de las diversas sensibilidades de la izquierda social y política de Navarra, incluyendo el tender puentes con organizaciones políticas y colectivos que, de verdad, quieran cambiar las cosas.
Tras una estupenda comida de confraternización, volvimos a nuestros barrios y pueblos con una mezcla de satisfacción y orgullo por lo mucho que hemos dado a este colectivo y lo mucho que hemos recibido de él.
Algunas gentes, curtidas durante décadas con mil batallas, y otras, atraídas más recientemente por ese buen hacer, conformamos hoy esta singular organización llamada Batzarre, en la que una nueva generación, con renovados bríos, comparte, desde hoy, las tareas de dirección, recogiendo el valioso legado forjado durante tantos años de trabajo, honradez y generosidad. Tenemos la tranquilidad de que contaremos siempre con el apoyo, experiencia y colaboración permanente de los y las no tan jóvenes.
Olga Risueño – Iñigo Rudi – Patricia Abad
Portavoces de Batzarre