El Gobierno de Navarra potenciará la rehabilitación del entorno urbano del Monasterio de Fitero con ayudas de hasta 25.000 euros por vivienda. Para ello se ha firmado una orden foral declarando las casas del entorno del Monasterio como área de rehabilitación preferente y resaltar el valor turístico de esta zona para poder acceder a cuantías de ayuda mayores que las ordinarias.
A esta medida se ha añadido la nueva ordenanza reguladora aprobada por el Ayuntamiento de Fitero para impulsar medidas que garanticen la conservación urbana de la zona y resalten el valor turístico de este entorno, un atractivo que ha empezado a cobrar especial relevancia en número de visitantes, a partir de que el pasado mes de abril se reabriera el claustro del Monasterio, que había permanecido cerrado durante una década.
De este proyecto se encargará la recién creada delegación de Nasuvinsa en la Ribera, que aportará la asistencia técnica. El objetivo de este acuerdo es recuperar y rehabilitar el entorno urbano que rodea el Monasterio de Fitero con el objeto de mejorar la calidad de vida de estas viviendas y resaltar el valor turístico de la zona.
Ayudas para rehabilitar edificios con más de 50 años de antigüedad
La Vicepresidencia de Derechos Sociales del Ejecutivo foral ha firmado una orden foral para declarar área de rehabilitación preferente la zona de las casas residenciales que rodea el templo, edificios que en un 70% de los casos tienen más de 50 años de antigüedad desde que fueron construidos.
En virtud de esta declaración de área de rehabilitación preferente, los vecinos de las casas del entorno urbano del Monasterio de Fitero podrán obtener mayores ayudas de las que establece la normativa ordinaria, incrementándose en este caso hasta los 25.000 euros por reforma de cada vivienda, subvención que vendrá a cubrir entre el 30% y el 45% de los presupuestos de los proyectos, en función de la renta de los perceptores.
Las ayudas concederá el Gobierno foral y tramitará la oficina de Nasuvinsa cubrirán el 45% del presupuesto del proyecto de rehabilitación para vecinos propietarios con ingresos familiares ponderados de hasta 2,5 veces el IPREM y el 30% cuando esta renta ascienda hasta 3,5 veces el mismo índice. La orden foral aprobada aumenta el máximo subvencionable por vivienda hasta los 25.000 euros.