Javier Simón es el alma tras los fogones de Asador Roma, un veterano restaurante cirbonero que abrieron sus padres, Manuel y Socorro, hace ya más de 30 años. Hace 5 años se puso al frente de este negocio familiar para liderar una apuesta gastronómica de cocina casera y tradicional, como la implantada desde los inicios por su madre, y que ha sido y es la marca de la casa.
A ello ha añadido una apuesta decida por la brasa, donde el Asador Roma se ha ganado una merecida reputación a base de trabajo y experiencia, presente desde primera hora en sus almuerzos, sus menús diarios, sus menús especiales para el fin de semana y una sobresaliente carta en la que no faltan la chuleta, el solomillo, el entrecot, las chuletillas de cordero o los pescados, seña de identidad en el comedor de este restaurante de Cintruénigo.
Todo ello con la imprescindible presencia de la verdura, “siempre de temporada y de la Ribera”, garantiza Javier, acostumbrado a atender a muchos clientes de la zona que residen fuera y que regresan en esta temporada alta de la huerta ribera para disfrutar con amigos y conocidos de las bondades de sus productos. “La gente viene buscando producto y calidad, espárrago, alcachofa, tomate… que no pueden ofrecerles en los lugares en los que residen. Visitar la huerta y los mercados, es la primera tarea que desarrollamos en el Restaurante Asador Roma para llevar a la mesa de nuestros clientes productos seleccionados. Todos ellos sazonados con experiencia y cariño que dan origen a nuestros menús”.
Javier Simón considera que la cocina ribera ha conseguido hacer marca de los productos de la huerta, “del mismo modo que Casa Lucio lo ha hecho de sus huevos rotos, en Astigarraga lo han hecho de la Sidra y el Chuletón o en Getaria de los pescados a la brasa. Nuestro referente es la verdura gracias al trabajo de muchos restaurantes que con una trayectoria de muchos años hemos conseguido que la gente venga hasta aquí para disfrutar de la verdura fresca, algo de lo que nosotros podemos presumir”.
Como recomendación para disfrutar de una buena mesa en el Asador Roma, concluye el responsable del restaurante, una menestra, espectacular en esta temporada “y un lujo que la gente que lo aprecia bien dice que no se paga con todo el oro del mundo” y, para rematar, una buena chuleta o un buen cogote de merluza a la brasa, siempre una garantía en los fogones del Asador Roma.