Como un regalo totalmente inesperado. «No me esperaba esto y cuando me lo dijeron me dejaron K.O. No sabía el por qué, te haces muchas preguntas. Imagino que hay muchos colectivos que podrían tirarlo pero, al final, las dudas se fueron, y pensé que desde 2018 mi única lucha ha sido dar visibilidad a esta cruel enfermedad y qué mejor sitio para ello que tirar el cohete de Tudela. Es una oportunidad única que no podía rechazar. Si sirve para reivindicar todo lo que llevo haciendo estos cinco años es el trampolín más adecuado para hacerlo».
Así describía Ángel Álava las sensaciones vividas tras recibir la llamada del alcalde, Alejandro Toquero, para ofrecerle el honor de lanzar el cohete con el que se iniciarán las fiestas de Tudela el próximo 24 de julio, mano a mano con su esposa, Ana José Saso. Ambos son las caras más conocidas de la asociación Anela en nuestra comarca y esperan que, el chupinazo de Tudela, sirva para dar visibilidad a colectivos de personas y familias afectadas por esta enfermedad degenerativa.
El día 24 de julio se asomará a la Plaza de los Fueros para que se desate la alegría entre miles de personas. Junto a él estará su mujer y, como remarca, gran cuidadora. «Es la persona que hoy por hoy hace que esté aquí y no en otro sitio». También estarán sus dos hijas, Sara y Lidia, el marido de Sara, Jonathan Serrano, y las dos nietas del protagonista, Gaia y Naira, y que no oculta son, hoy por hoy, dos regalos en su vida, «y que me dan las ganas de seguir viviendo».
La cara de ANELA en la Ribera de Navarra
Ángel Álava ha sido el encargado de asumir, a nivel local y comarcal, el papel que Juan Carlos Unzué viene desempeñando a nivel nacional para dar visibilidad a la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, una enfermedad en la actualidad sin cura y para la que los enfermos vienen exigiendo la aprobación de una ley que los ampare.
A sus 64 años, Ángel lleva conviviendo con la ELA cinco años, desde que se la diagnosticaron en 2018. Desde entonces ha puesto todo su empeño para que los pequeños avances que habían logrado desde la comarca de Pamplona los enfermos afectados por la ELA llegarán también a las familias y enfermos del sur de Navarra. «Para los enfermos de ELA sería una gran ventaja. La ELA no se puede curar pero sí cuidar. Hay que pensar que cada día fallecen 4 personas de ELA. Muchas solicitan su propia muerte porque no hay medios económicos para seguir luchando contra ella. Porque No tienen los medios que la sociedad debe darnos. Hay que evitarlo. No es lógico que en el siglo XXI la gente solicite morir por no ser una carga económica para sus familias», reivindica el protagonista del lanzamiento del cohete de las fiestas de Santa Ana.
En un emocionado alegato, Ángel Álava reclamó más recursos para la investigación de este enfermedad. «Posiblemente a mí no me toque pero todas aquellas personas que tengan la enfermedad, por favor, que tengan cura», comentó invadido por la emoción y el agradecimiento al alcalde. «Es el mayor que se le puede dar a un tudelano».
«Ser congregante de Santa Ana es una ceremonia que todos los tudelanos deberíamos experimentar»
También ha querido trasladar un mensaje claro a la sociedad de cara a las fiestas. «Vivid las fiestas con intensidad y alegría, eso sí con la responsabilidad y el respeto que conlleva».
El mismo se define como un entusiasta de las fiestas de Tudela. «Como con el cerdo, de las fiestas me gustan hasta los andares. Me encantan los conciertos, el ambiente de la calle y, ahora los gigantes y los cabezudos ya que las nietas son mi disfrute diario», afirma.
Además, desvela, el cohete no ha sido la única emoción de estos días. El pasado 15 de julio tanto Ángel como toda su familia se hicieron congregantes de Santa Ana, «una ceremonia muy bonita que todos los tudelanos deberíamos experimentar», indica.