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Ana Córdoba, pedagoga: “No hay fórmulas mágicas para la educación y desarrollo de nuestros hijos”

Ana Córdoba pedagoga
Ana Córdoba en su local de la calle Herrerías
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Con más de 25 años de experiencia, la pedagoga Ana Córdoba ofrece sus servicios a aquellos padres que puedan necesitar ayuda con el desarrollo de la educación de sus hijos.

“En A&C Gabinete Pedagógico trabajo el refuerzo de asignaturas, algo muy demandado, pero también cosas específicas, como problemas del habla, del lenguaje, de la lectoescritua,… Todo lo que sean dificultades de aprendizaje a lo largo de la época académica de un niño, desde los 3 años hasta bachiller”.
Problemas del habla

En los últimos años, esta pedagoga tudelana ha notado un aumento en la demanda de ayuda con problemas del habla. “Cuando acabó la pandemia, yo pensaba que podía ser algo derivado de esa circunstancia, que creo que sí tuvo que ver, pero han pasado cuatro años, y se siguen demandando mucho”, explica. “Quizás también tenga que ver con un exceso de pantallas, niños que se relacionan menos, o de otra manera… Eso, por supuesto, siempre que el problema del habla no tenga un origen fisiológico o neurológico”.

Larga experiencia

A lo largo de los años, Ana Córdoba ha tratado a todo tipo de niños: “ves algunos con dificultades concretas que las van arrastrando desde infantil y primaria y que tienen que hacer un doble esfuerzo en según que aprendizajes. A estos los suelo acompañar durante todo el proceso educativo. Realmente les cuesta, tienen una barrera y hay que acompañarlos. Y hay chavales que simplemente tienen que aprender a esforzarse, porque la vida es así, no se consigue nada sin esfuerzo. Son chavales que han funcionado muy bien durante la primaria, que les bastaba con prestar un poco de atención y, cuando la cosa se complica, no saben hacer el esfuerzo”.

A la hora de prevenir posibles problemas del aprendizaje, la pedagoga tudelana lo tiene claro: “Teléfonos y tablets lo menos posible, sobre todo en edades tempranas. Hablando con una madre, por ejemplo, me decía: “sí, ve mucho la tele, ya le digo…”. Si tu hijo tiene 4 o 5 años, no puedes decirle que ve mucho en la tele, tienes que quitarle tú la tele”. Y es que las pantallas pueden interferir en su desarrollo: “Si un niño está viendo dibujos animados en la pantalla, ve al personaje hablando, pero lo que dice no se corresponde con el movimiento de sus labios. Cuando un niño está aprendiendo a hablar, aprende por los oídos, por la vista… Un niño necesita relacionarse en el mundo real. Hay que dar oportunidades a lo niños de jugar de manera más tradicional, estar en la calle, en los parques, piscinas, huertos, donde sea, pero que los niños se relacionen, lo niños tienen que reñir, aburrirse y todo lo que conlleva relacionarse. No es fácil, pero no existen fórmulas mágicas en la educación y el desarrollo de nuestros hijos”.

Darles responsabilidades

Así mismo, habla de la importancia de hacerlos responsables de sus cosas: “En la medida en que se lo permita su edad, hay que darles responsabilidades. A los 3 años le darás unas muy sencillas, y los 10 será capaz de asumir otras más complejas. Con 10 años no puedes hacerle la mochila a tu hijo, o estar todo el día en el grupo de whasapp para saber qué deberes había. Si no ha copiado los deberes, al día siguiente se llevará la bronca del profesor y aprenderá a ser responsable”.

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