Ana Carmen Asensio Cerdán, turiasonense de nacimiento y tudelana de adopción, de 82 años de edad, será homenajeada como Abuela de Tudela el mediodía del próximo 27 de julio en el acto que organiza la Peña Moskera, una nominación, reconoce, que le ha dado una enorme alegría. «Cuando me lo dijeron pregunté si tenía que contestar rápido, pero dije que sí, no vaya a ser que se me adelante otra», comenta sin poder ocultar la sonrisa.
Ana Carmen nació en Tarazona pero, al fallecer su padre, bajó con su madre a la capital ribera donde vivían sus abuelos. En Tudela se casó a con Miguel Munárriz, con quien tuvo 7 hijos. «Yo tenía 12 añicos, fui a la escuela hasta los 14 y después al currelo», recuerda. «Iba a hacer faenas por las casas, a las fábricas, que entonces en Tudela había muchas. Latorre, Martínez, Ochoa, las dos de Gaseosas, una la de Montón, donde se hacía la famosa Casera, y en la Azucarera en la campaña del regaliz. Cuando se terminaba una cosa pasaba a la otra, y así todo seguidico», recuerda.
La vida no ha sido un camino de rosas para Ana Carmen. Perdió a uno de sus hijos en uno de esos golpes para los que no nos prepara la vida y a los 52 años se quedó viuda con cuatro de sus hijos todavía menores de edad. Tuve que trabajar para sacar a la familia adelante. «Los domingos, los días de fiesta, todo, pero tengo que decir que he tenido mucha suerte. Tengo unos hijos muy trabajadores, inteligentes y buenos. Todos han estudiado y tienen sus buenos trabajos. Somos una familia normal por la que me siento muy querida», asegura una abuela a la que sus hijos le han dado la compañía de 11 nietos y seis biznietos. «Estoy orgullosa de todos porque me siento muy querida y protegida por todos ellos».
En los últimos años ha tenido una vida social intensa. Durante 5 años formó parte de los Auroros de Tudela, «donde lo he pasado pipa», recuerda, y ahora comparte sus raticos con las amigas del centro de mujeres de Griseras, con las que quiso compartir el emocionante momento de su presentación.
Amante de la fiesta
En su presentación estuvo acompañada de una foto de Santa Ana, de la que se confiesa devota y participa siempre que puede en todos los actos relacionados con la patrona.
De las fiestas le gusta todo. «El cohete, la novena, los toros, lo que pasa es que ya estoy vieja y no puedo acudir a todo lo que me gusta», comenta con humor. No obstante en cuanto puede se escapa a los espectáculos de las Noches del Queiles, donde reconoce que procura no perderse ni una «y al homenaje a la Abuela, que iba todos los años a verla».
«La única pena que tengo es que veo que se me pasa el tiempo y no puedo detenerlo», asegura. «Estos dos últimos años han sido muy tristes. Volver a las fiestas me hace mucha ilusión».
Un emotivo acto
José Antonio Martínez Cascán, presidente de la peña, reconoce que se trata de un acto emotivo para la peña, tras recoger el testigo que le dejó la peña San Juan que había comenzado a homenajear a las Abuelas de Tudela. «Tras disolverse la peña acogimos el homenaje que nos hemos encargado de organizar desde el año 97, por lo que por Moskera han pasado un montón de abuelas».