Amimet (Asociación de personas con discapacidad de la Ribera) ha activado un nuevo protocolo para prevenir el riesgo de suicidio en personas con discapacidad. Dirigido principalmente a la base social de la entidad y al Centro Especial de Empleo CANRASO, se trata también de “una estrategia que puede ser replicada a otros recursos de la discapacidad”.
Este protocolo, presentado con motivo del Día mundial para la prevención del suicidio, forma parte de un Plan de Prevención del Suicidio más amplio que junta directiva, base social y equipo técnico identificaron como necesario, contando con la colaboración de Leire Izaguirre García. Gracias al apoyo de Gobierno de Navarra y la Fundación La Caixa, Amimet quiere con este protocolo detectar y actuar ante algunos de los mayores factores de riesgo presentes en las personas con discapacidad como son la “mayor dificultad para establecer relaciones estables, encontrar espacios de escucha y acceder a empleo y vivienda dignos…” que, unidos a la presencia de situaciones de dolor o limitaciones, pueden derivar en sentimientos de desesperanza o de sentirse “una carga para su entorno”.
Acoger, apoyar y derivar
Una respuesta, explica Elisabeth Pérez, Psicóloga de la asociación, basada en “acoger, apoyar y derivar” con cinco escenarios diferentes, comenzando por la “sospecha de riesgo” al detectar sentimientos de desesperanza o pensamientos constantes ligados a la posible ideación de suicidio, con posibles cambios de conducta que llamen la atención y puedan estar ligados a la falta de autocuidado o al cambio de rutinas, para lo que se establecen diferentes apoyos dirigidos a la prevención. Asimismo, el protocolo establece una intervención “inmediata y coordinada” ante “situaciones de crisis” que puedan poner en riesgo la vida de la persona o conlleven conductas autolesivas.
Por su parte, ante la detección por parte de algún profesional de AMIMET de necesidades importantes que no estén siendo atendidas y que estén impactando de forma grave en una persona, provocando un riesgo, el plan establece diferentes apoyos dirigidos a reforzar factores protectores, así como “armar una red que transmita a la persona el compromiso de acompañar su realidad”.
El protocolo también prevé aquellas situaciones en las que alguien pierda a un ser querido por suicidio, informando sobre este duelo y estructurando una respuesta basada en el apoyo y el acompañamiento. Finalmente, el protocolo de actuación establece distintos pasos a seguir en caso de consumarse un suicidio de una persona de la entidad.
Seguimiento más allá del cierre del protocolo
AMIMET hará seguimiento de toda persona atendida más allá del cierre del protocolo, que tiene lugar cuando “los factores de riesgo se reducen y aumentan los factores protectores como la mejora de sus redes de apoyo o la asistencia a servicios de salud mental” explica Pérez, pudiendo abrirse de nuevo el protocolo en cualquier de momento si es necesario.
Para desarrollar el protocolo y contar con profesionales de referencia en la materia, la asociación ha creado un equipo de intervención multidisciplinar que asumirá la atención de la persona y la orientación del resto de profesionales, poniendo a su disposición todos los recursos de la entidad, además de poder derivar a otras entidades y equipos que puedan ayudarla de forma más específica si es necesario. Asimismo, AMIMET ha puesto en marcha una formación específica para todo su personal con el objetivo de que parte de las acciones y apoyos puedan ser llevados a cabo por el profesional que tenga mayor cercanía con la persona afectada, sea o no parte del equipo motor.
Todo ello desde la convicción de que “la ideación suicida y el suicidio no son temas “psiquiátricos”, sino que pueden beneficiarse de un abordaje colectivo y comunitario en el que todos y todas podemos aportar con la debida actitud”.
El protocolo está dirigido a las personas con discapacidad del área asociativa y del centro especial de empleo CANRASO de AMIMET teniendo en cuenta las situaciones especiales de vulnerabilidad, si bien, la entidad lo pone a disposición de cualquier recurso que pueda estar interesado en su puesta en marcha. “AMIMET aspira a entenderse como comunidad y por tanto poder aplicar sus protocolos a toda persona que participe, trabaje o esté involucrada de algún modo en su labor o requiera de ayuda”, explican.
Otras noticias de interés:
El proyecto «El Casco Antiguo va de cine» retoma su actividad en septiembre