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Alumnos de la Escuela de Música Fernando Remacha, en la ópera El gigante egoísta

La obra se representará en el Teatro Gaztambide en diciembre

El gigante egoísta
Raquel Cuartero, Jefa de estudios de la Escuela-Conservatorio Fernando Remacha, Íñigo Casalí, autor de la obra y director musical, Mercedes Gorría, Directora, del Conservatorio Profesional de Música Pablo Sarasate, y Ignacio Catalán, del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra
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[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,8,7,9″ ihc_mb_template=»2″ ]Alumnos de la Escuela-Conservatorio «Fernando Remacha» de Tudela participarán en la ópera El gigante egoísta, de Íñigo Casalí. Dicha obra se representará en el Teatro Gaztambide durante el mes de diciembre, y los jóvenes formarán parte de la orquesta del coro.

La obra, basada en el cuento de Oscar Wilde The Selfish Giant, y en la que participarán en total más de sesenta estudiantes, se representará los días 18 (abierto al público) a las 18 horas y 19 (escolares) del citado mes, a las 11 horas. Las entradas aún no han salido a la venta.

El reparto estará encabezado por Álvaro Blasco (Gigante), Nora Pérez (Gigante niño y David), Saioa Goñi (Viento), Olaia Lamata (Nieve) y Amaia Arboniés (Granizo). La orquesta y coro del Conservatorio Profesional de Música “Pablo Sarasate”, con la colaboración de miembros de la Escuela-Conservatorio «Fernando Remacha» completarán el elenco, todos bajo la dirección de Íñigo Casalí. El proyecto se completará con la colaboración de Carlos Crooke (director de escena), Edurne Ibáñez (vestuario) y Leticia Pérez (coreografía).

El gigante egoísta, un cuento de Óscar Wilde

Este maravilloso cuento, publicado originalmente en 1888, está impregnado de ternura, pero también de dramatismo. Cuenta la historia de un hombre gigante, triste y solitario, que por egoísmo no permite a los niños jugar en su jardín, ni formar parte de su vida. Este es el punto de partida para una historia en la que sólo el cariño y la inocencia de los pequeños será capaz de reblandecer el duro corazón de este personaje y hacerle reencontrarse consigo mismo y con el mundo.

La ópera intenta reflejar el espíritu del cuento original a través de una música evocadora, directa y expresiva. Lo que hace esta producción realmente interesante, es que ahonda en el espíritu pedagógico de la obra, y esto ha sido posible precisamente porque los artistas que trabajan, tanto dentro como fuera del escenario, tienen vinculación con diversos centros educativos de Navarra. En definitiva, un gran proyecto pedagógico que muestra un ejemplo del trabajo realizado durante los últimos años en el complejo de la Ciudad de la Música, que además, festejó en el pasado curso lectivo su décimo aniversario.

En el caso de la obra que se representará en el Gaztambide, serán ocho los alumnos de la Escuela-Conservatorio «Fernando Remacha» de Tudela, los que tomarán parte en este proyecto. Según el director, con el fin de trabajar con chavales, «es técnicamente sencilla de abordar, pero sin dejar todo lo que para mí es importante a nivel musical, están todos los elementos típicos de una ópera: hay obertura, hay baile, hay coro, mucho coro, hay concertantes, hay arias…».

«En el fondo, es un máster de lo que va a ser ser músico. Es una experiencia real, y eso lo disfrutan muchísimo», ha comentado Íñigo Casalí.

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