Alicia Marín Barasoáin es desde este curso la nueva directora del Instituto Valle del Ebro de Tudela. Es la tercera mujer que asume la dirección del instituto de la capital ribera en los últimos 10 años, poniéndose al frente de una comunidad estudiantil con 1.050 alumnos de todas las localidades riberas. «Estoy orgullosa de trabajar aquí. El IES Valle del Ebro es un centro innovador que apuesta por el trato cercano y el cuidado al alumnado», asegura.
Marín remarca la calidad docente con la que cuenta el Instituto y de la que es responsable de un claustro que forman 127 profesores con un perfil joven, innovador y liderado por mujeres.
En estos años no hemos dejado de mejorar nuestros resultados académicos y hemos impulsado el Bachillerato en Investigación Bi+
Tras formar parte del equipo directivo que ha encabezado en los últimos 5 años Izaskun Ciriza, Marín ha dado un paso al frente para pasar de la vicedirección a la dirección. «Es un reto personal en el que sé que va a haber un aprendizaje diario para el que tienes que desarrollar distintas capacidades que, quizás, como docente, no hubiera desarrollado. He contado con el apoyo de los compañeros y me siento arropada e ilusionada», explica.
Junto a ella se ha renovado también el equipo directivo del Instituto Valle del Ebro. Mónica Laguna toma el relevo al frente de la Vicedirección; Coral González y Javier Goicoechea asumen la jefatura de estudios de 1º y 2º de ESO y 3º y 4º de ESO respectivamente; María Consuelo Serrano se hace cargo de la jefatura de bachillerato y Joaquín Joven es el nuevo secretario del centro.
Uno de los objetivos del nuevo equipo directivo va a ser poner en el lugar que se merece al Instituto Valle del Ebro. «En estos años no hemos dejado de mejorar nuestros resultados académicos y hemos impulsado el Bachillerato en Investigación Bi+ que ahora se está implantando en dos centros en Navarra, pero creemos que en Tudela todavía no se conocen muy bien las cualidades tenemos como centro. En 2022 cumpliremos 20 años separados de la ETI, con quien compartimos instalaciones hasta 2010, y todavía hay quien piensa que somos el mismo centro educativo», señala la directora.
Nuestro profesorado tiene un perfil joven, innovador y liderado por mujeres
Marín resalta el carácter innovador del Instituto Valle del Ebro, con una oferta docente muy amplia que apuesta por no cerrar las optativas al alumnado en función de la vía por la que encaminan su formación, que ha impulsado el Congreso de Jóvenes Investigadores de Navarra, que facilita el contacto de sus alumnos con especialistas para profundizar en sus conocimientos y que está abierto al entorno social que le rodea. «Colaboramos con el Hospital Reina Sofía, el Centro Nacional de Tecnología Agroalimentaria, la Comunidad de Bardenas, la UPNA, la UNED, Asociaciones como AFAN, Recicleta Ribera y el Banco de Alimentos de Navarra, el centro la Atayala, las residencias de ancianos e incluso con la empresa de limpieza con la que gestionamos el programa Tiempo Fuera para sustituir las sanciones al alumnado por actividades beneficiosas para sociedad de nuestro entorno.. Muchas entidades son conocedoras de ello y ya son ellas las que nos plantean sus necesidades para ver cómo podemos colaborar», destaca.
Organizamos los recursos de forma que el ratio de nuestro alumnado no supere los 22 o 23 alumnos por aula en 1º 2º y 3º de ESO
También agradece el ímpetu de su profesorado que, recuerda, permitió una rápida adaptación a la situación que originó la pandemia de la Covid en el curso 2019-2020. «El jueves por la tarde se dijo que cerraban los centros educativos y el lunes por la mañana teníamos un plan de atención personalizado para todo el alumnado. Fue algo que las familias agradecieron muchísimo y que nos diferenció», recuerda. «El curso pasado tuvimos un 80% de aulas respetando los 2,25 metros cuadrado por alumno, cuando al resto de centros de Navarra le resultaba complicado cumplirlo. Esto es gracias a que organizamos los recursos de forma que el ratio de nuestro alumnado sea más bajo y que 1º 2º y 3º de ESO no superen los 22 o 23 alumnos por aula. Y eso se nota en la calidad de la enseñanza. No es lo mismo gestionar un aula con 30 alumnos que con 20».