Mañana 19 de enero, sale publicado el segundo disco de Alejo, Diamantes. El músico tudelano presenta un conjunto de nuevas canciones que ahondan en los estados de ánimo, tomando tierra sobre tramas emocionales que traspasan la carne para arañar el alma.
Para el artista, la principal diferencia con su primer trabajo, La fiesta era para otros, es que en este disco habla de cosas muy personales de manera más directa, aunque mantiene la esencia rockera «y todo el halo de influencias que voy a llevar siempre conmigo», asegura. «En el disco anterior, utilicé muchas metáforas por el vértigo a que la gente que tengo delante y me conoce viera de verdad cómo me estoy sintiendo. Una vez leí una cosa de Bukowski: lo difícil es universalizar un sentimiento personal. Eso es lo que intento, que con cosas que son muy mías, que alguien que no me conozca o que no sepa de mi vida privada, se pueda sentir identificado con esos sentimientos. Esa es para mí la diferencia fundamental».
Otra característica de Diamantes es que es un disco en el que ha habido muy pocas maquetas: «He compuesto las canciones y, con la estructura y la armonía, la melodía y la letra, hemos ido al estudio y las hemos montado en base a una batería y una guitarra eléctrica. Creo que hay una energía desde el momento cero, que es la creación, que marca la diferencia con el anterior».
Sinceridad brutal
Es fácil comprobar como Alejo se va desnudando en cada canción del disco: «Yo creo que es una forma de no arrepentirte en el fututo. Cuando cuentas algo que no es verdad, pasa el tiempo y esa mentira se va a destapar. Por ese motivo, hablo de cosas que me han pasado este año anterior, sentimientos, y momentos vitales. Soy un afortunado por dedicarme a esto, y porque cuando he tenido momentos de tocar fondo, ha podido hacer una canción, que pase el tiempo, volver a encontrarme en sentimientos parecidos, y poder escuchar de nuevo la canción y decir «eh, yo he estado aquí también hace un tiempo». Que me recuerde que hay que poner un cable a tierra».
Este tiempo como solista ha sido un periodo de ir abriendo puertas. «El proyecto ha crecido, hemos tocado en escenarios grandes, hemos teloneado a artistas reconocidos a nivel nacional… Hay gente que está esperando unas canciones». Sin embargo, Alejo asegura que nunca piensa en lo que va a suceder: «Yo hago música, la grabamos, y luego ya hay un plan de marketing, pero m parte es la artesanal, la de crear música». Confiesa que ahora se siente nervioso ante la respuesta de las personas que ya le seguían «y las que vendrán nuevas, pero cuando he estado creando el disco no he sentido presión. Las canciones son de cosas que me han pasado, estoy hablando muy sinceramente de mí mismo. Entonces, al que le guste, increíble; el que piense que lo que hacía antes era mejor, que escuche el disco anterior… No voy a hacer canciones al gusto de todo el mundo».
El poder de la música
Si hay una canción que Alejo quiera destacar dentro de Diamantes, esa es Tenemos algo que solucionar. «La compuse el día antes de grabar el disco. Yo pasé por un proceso de salud mental, y fue un poco el fin de mi terapia sin quererlo. Estaba en el estudio que tengo en casa revisando las maquetas, y tenía una historia en la cabeza, quería componer una canción sobre eso, pero no la había hecho. Y ese día, por lo que sea, salió. La música, el 98% es trabajo y el 2% inspiración. Pues ese día tuve el 2% que me correspondía, y compuse esa canción del tirón, hice muchas estrofas, la ordené de camino a Madrid, y la grabamos de manera un poco rápida. Y para mí es una canción muy especial. Cuando hablé de esto en Sonorama delante de siete mil personas, veía a gente que se echaba a llorar… Es algo muy bonito que la música tenga ese poder de transmisión».
Y es que Alejo sabe que la música tiene un poder muy especial: «En el mundo en el que vivimos, con las redes sociales y toda esta movida, en la que todo tiene que ser maravilloso, el ver a una persona que mira hacia delante, cuenta sus problemas y tú sentirte identificado sin conocerla, creo que tiene un poder muy fuerte. No sé qué pasa en el cerebro, que las canciones nos recuerdan a gente, a momentos, a paisajes de nuestra vida… Ese poder de la música no lo tiene otra cosa, ni lo va a tener nunca desde luego las redes sociales, e incluso otras artes, como el cine, que también son maravillosas. Pero el poder de la música es especial».
Lanzamiento y promoción
ya partir de ahora, esperan a Alejo tres semanas haciendo promo. «Luego van a pasar una serie de cosas que iré contando más adelante a nivel de publicaciones de música. También estamos cerrando ya todas las fechas para los festivales de verano, haremos una gira pequeñita por salas antes del verano y luego los festivales. Este disco da pie a tocar mucho en directo y las canciones que hemos ido probando en los conciertos, funcionan muy bien. Creo que va a ser un año de tocar bastante, hay bastantes propuestas en la mesa, así que a partir de ahora… Carretera y rock&roll».
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