La crisis sanitaria originada por el Covid-19 ha hecho que el personal sanitario del que formo parte haya tenido que enfrentarse a situaciones muy difíciles, pero también nos ha dado la oportunidad de encontrar, en otros colectivos profesionales y voluntarios, muchísimos gestos solidarios y de apoyo. También hemos sentido a la ciudadanía muy cerca de nosotros en los peores momentos, animándonos a seguir con sus aplausos y organizándose para hacernos llegar material de todo tipo.
Quisiera pararme a resaltar la inmensa ayuda que hemos recibido por parte del maravilloso grupo de hombres y mujeres voluntarios que forman Protección Civil.
Pero hoy, con esta carta, quisiera pararme a resaltar la inmensa ayuda que hemos recibido, tantos los profesionales como la ciudad de Tudela, por parte del maravilloso grupo de hombres y mujeres voluntarios que forman Protección Civil.
Tudela tiene la suerte de contar con esta organización que, desde el primer momento, se puso a disposición de todo aquel que les necesitara. Su teléfono no paró de sonar desde que se decretó el estado de alarma y ante las demandas de ayuda, ellos estuvieron allí proporcionándola. No hablo por hablar, mi agradecimiento es sincero y responde a todo lo que he visto. Por ejemplo que su trabajo y dedicación evitó que gente que por edad o patología estaba considerada de riesgo, tuviera que salir a la calle a por sus medicinas, a la compra diaria o incluso a sacar la basura.
Allí estuvo Protección Civil para cumplir con gestos tan cotidianos y tan necesarios, gestos que pueden poner la vida de un anciano del revés, o que pueden trastocar el día a día de esas familias monoparentales con niños pequeños que no podían hacer sus compras, trámites o recados porque no tenían con quién dejar a los niños. Por no hablar del reparto de alimentos de comida del Banco de Alimentos. Desde Protección Civil no dudaron en sustituir a los voluntarios habituales que cumplen con esta labor y que, por su edad, no era conveniente que se expusieran.
Lo cierto es que ellos han facilitado que la población cumpliera el confinamiento y eso ha evitado un mayor número de contagios. Como parte del personal sanitario, no puedo sino agradecer de corazón esta ayuda, en un momento tan sensible en el que cualquier aumento hubiera sido fatal.
No se me olvidará nunca su gran labor en el túnel de desinfección que montaron en la sede donde, junto con Mar y Elena, se desinfectaron y empaquetaron más de 7.000 batas y delantales que se cosieron en más de 80 casas de gente voluntaria para que los profesionales sanitarios se protegieran del virus.
La agrupación de Protección Civil de Tudela es un colectivo de voluntarios que se ha expuesto al virus por ayudar a su ciudad.
Desde el Ayuntamiento de Tudela se les ha pedido ayuda en numerosas ocasiones y jamás han puesto ningún problema, han ayudado al reparto de donaciones a diferentes centros y colectivos, a dotar a la carpa anexa al albergue juvenil de camas para poder usarlo como hogar de transeúntes temporal, al reparto de pantallas protectoras a comercios que nos las pedían para poder protegerse y, más tarde, cuando el acuartelamiento del Ejército del Aire de Bardenas tuvo que dejar de ayudar en nuestra ciudad, asumieron ellos el reparto de los in-touch. Comenzaron muy pronto con las desinfecciones en la ciudad y no han parado en estos largos tres meses a días alternos durante horas.
La agrupación de Protección Civil de Tudela es un colectivo de voluntarios que se ha expuesto al virus por ayudar a su ciudad. Lo hacen de manera altruista en el tiempo que le permite su trabajo y familia, no piden nada a cambio y nunca dan un paso atrás. Tudela les debe mucho.
No tengo ninguna duda de que sin su gran trabajo nos hubiéramos visto en peores circunstancias, así que por mi parte solo puedo darles una y mil veces las gracias: a la asociación y a cada uno de los voluntarios que la componen y prestan a la ciudad de Tudela su ayuda durante las 24 horas del día los 365 días del año.
Erika Navarro, concejal de Sanidad del ayuntamiento de Tudela