[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]La vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo Hualde, ha participado este sábado en un acto en memoria de Ángel Oliver Santos bajo el título “Una vida comprometida con la igualdad, la justicia y la libertad”.
Dicho acto se ha celebrado en la Casa de Cultura de Ablitas, su localidad natal. Han participado asimismo Carlos Bonel, alcalde de Ablitas; el sacerdote Jesús Zardoya, amigo de Ángel Oliver; Josemi Gastón y César Layana, del Instituto Navarro de la Memoria, que han hablado sobra la recuperación de la memoria democrática de Navarra; y José María Oliver Santos, hermano de Ángel, que ha cerrado el turno de intervenciones con un emotivo recuerdo y agradecimiento. Este acto forma parte de los encuentros que están organizando familiares y amigos para analizar su figura y el contexto sociopolítico en que se movió Oliver, y que concluirán con un homenaje dentro de unas semanas.
Ángel Oliver Santos demostró a lo largo de su vida un compromiso firme con la justicia social, tanto en su etapa como sacerdote, como en la de alcalde o maestro. Desde 1965 fue protagonista del auge de los movimientos de Acción Católica, en su caso organizando en Valtierra la Juventud de Acción Rural Católica (JARC) y siendo nombrado Consiliario Diocesano de Navarra. Militó en la ORT, organización que le envió a Extremadura para impulsar la organización de los jornaleros y donde fue secretario general del Sindicato Unitario de Jornaleros. Ya en democracia, tuvo un importante protagonismo en la política municipal de Valtierra, localidad de la que fue alcalde durante varias legislaturas. Su actividad se extendió a otras cuestiones sociales muy diversas, como la recuperación de las corralizas, las políticas de bienestar social o la educación de adultos, con especial atención a las minorías étnicas.
Recuperación de restos de desaparecidos
La vicepresidenta ha destacado dos facetas de la vida de Ángel Oliver. Por una parte, su colaboración con el movimiento de familiares que, pueblo a pueblo, emprendió durante la transición la recuperación de los restos de las personas asesinadas por la violencia de los sublevados en 1936, en el proceso conocido como las Exhumaciones Tempranas. En este sentido, su ayuda fue muy importante para el proyecto “Lur Azpian/Bajo Tierra”, en el que se recuperaba y reconocía aquella experiencia, localizando personas que pudieran dar su testimonio sobre aquel proceso.
“Sus esfuerzos, junto al de otras personas, perdurará para siempre en nuestro archivo digital Oroibidea – Camino de Memoria – Oroibidea, hoy Lugar de Memoria Histórica de Navarra”, ha destacado. La otra faceta que ha puesto de relieve ha sido el empeño en ordenar y archivar toda la documentación, que en buena medida podría haberse perdido para siempre. En este sentido, ha agradecido a la familia, sobre todo a su hijo Juan Ángel y su hermano José Mari, así como a los amigos y amigas implicados en el proyecto, el esfuerzo de ordenación de su documentación y la confianza depositada en el Instituto Navarro de la Memoria como depositaria de la memoria de aquellas personas que sufrieron la represión franquista y que lucharon contra la dictadura.[/ihc-hide-content]
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