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El ablitero Borja Martínez Arriazu se recupera satisfactoriamente de la intervención quirúrgica a la que fue sometido tras fracturarse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un entrenamiento. «Fue calentando, en un salto a cabecear, y al caer al suelo se partió», recuerda.
El extremo, que puede jugar por las dos bandas, despuntó desde niño en las categorías inferiores del C.D. Ablitense, el equipo de su pueblo, y con el paso de los años fue jugando en el Murchante, Tudelano y Tudela 1999, para regresar nuevamente al equipo de Ablitas.
Su calidad futbolística está fuera de toda duda, pero la suerte no le ha acompañado a este chaval que ha visto cómo las lesiones le han ido minando la ilusión. El último tropiezo en su trayectoria fue esta lesión, de la que fue operado el pasado 23 de enero, y que le mantendrá alejado de los terrenos de juego durante mucho tiempo. «No sé cuando podré reaparecer, tengo muchas ganas pero, dadas las circunstancias, no sé qué pasará porque tengo operadas las dos rodillas», comenta con resignación.
Borja Martínez Arriazu tiene 23 años y, además de sus cualidades futbolísticas, también destaca por su gran sentido del humor, ya que en el vestuario es la alegría de la huerta.
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