[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]La Asociación Cultural de Corella ha vuelto a organizar por segundo año consecutivo tres visitas guiadas al cementerio de Corella, al estar relacionado el mes con el mes de Todos los Fieles Difuntos, siguiendo su apuesta por dar a conocer en cada sepultura la historia de cada familia.
A las rutas teatralizadas de este verano por las calles de Corella para conocer cómo era la vida en las tres culturas, hay que sumar el pasado puente de Todos los Santos las visitas a la Iglesia y Convento del Carmen de Corella.
Visitar los cementerios se conoce como turismo necrológico, siendo algo habitual en otros cementerios como la Granja de San Ildefonso, el de Torrero en Zaragoza, etc. En este caso, se han realizado 3 sesiones (16 de octubre, 5 y 6 de noviembre) con las entradas vendidas en tan solo dos días de ponerlas a la venta.
Durante hora y media el visitante ha podido conocer las principales sepulturas históricas, algunos secretos ocultos así como la historia de las familias que en ellas reposan.
Visita
Se comenzaba la visita conociendo dónde se ubicaba el cementerio cristiano de Corella así como el del Santo Hospital, estando primero en la Calle Hospital Viejo y después en el desamortizado Convento de Padres Carmelitas. A su vez, el público ha sido testigo de cómo surge el actual cementerio, construido allá por el año 1834 a raíz del cólera morbo.
Después se recorrían un total de 15 sepulturas, en doce de las cuales hay una representación teatralizada por parte de algún personaje que caracteriza a difuntos enterrados en dichas sepulturas.
Entre las sepulturas que se han visitado encontramos la de Pascual Pérez Oñate, la de Camilo Castilla, la de Micaela García – Arista y Loygorri (primera camarera de la Virgen del Villar), la de Agustín de Sesma y Landa, la de Gaspar Goñi, la capilla mayor, la del pintor Soler, la de los PP. Carmelitas, de Eduardo Alonso Conejares, de Melchora Olloqui, de los Marqueses de Bajamar, de José Alonso y de la familia Allué.
Con dichas visitas, además de conocer cómo era la vida en esa época, las hazañas de los personajes, también diferenciaban los estilos arquitectónicos que siguen dichas sepulturas.
Gustavo Adolfo Bécquer
Se finalizaba la visita recitando la rima LXXIII de Gustavo Adolfo Bécquer tan conocida, que narra el paso a paso desde que un difunto fallece hasta que es depositado en el cementerio, con el célebre estribillo de “Dios mío, qué solos se quedan los muertos”. También se hace un sencillo homenaje a una figura necesaria como son los enterradores, mediante una explicación de los cinco enterradores del último siglo.
Al finalizar la visita, se les ha entregado a los asistentes un tríptico confeccionado, con el plano y las sepulturas visitadas así como la historia de las mismas.
Es una visita totalmente recomendable, ya que visibiliza a las mujeres de los siglos XIX y XX con su forma de vida, con sus tareas y sus anhelos por medio de un grupo de personas que dan vida a esos personajes.
El público ha tenido grandes expectativas ya que rápidamente se vendieron todas las entradas para dichas visitas guiadas y su comentario tras las visitas es que han quedado impresionados de las curiosidades que alberga el cementerio corellano.
Ahora ya quedan las visitas teatralizadas a la Iglesia y Convento del Carmen que tendrán lugar el viernes 11 y sábado 12 de noviembre a las 20 horas, donde se podrá ver el museo ubicado en la clausura conventual así como la Iglesia conventual de forma didáctica. Se pueden retirar las entradas en la web www.asculco.org o en el Bar del Centro Joven de Corella.[/ihc-hide-content]
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