David O. Rusell (El luchador, El lado bueno de las cosas), siete años después, vuelve a situarse detrás de las cámaras para rodar una historia basada en hechos reales, donde un grupo de empresarios intentaron derrocar de la presidencia de los Estados Unidos a Franklin Delano Roosevelt. El film que está protagonizado por Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington en sus principales papeles, cuenta también con las apariciones de: Robert De Niro, Taylor Swift, Anya Taylor Joy, Chris Rock, Rami Malek.
Nos situamos en la Primera Guerra Mundial, donde Burt Berendsen (Christian Bale), alistado más por voluntad de la familia política que por la suya propia, coincide con el oficial Harold Woodman (John David Washington) en un hospital en la ciudad de Ámsterdam. Allí trabaja una joven enfermera Valeria Voze (Margot Robbie), y entre ambos surgirá una profunda amistad.
Años más tarde, los tres vuelven a encontrarse en Nueva York. Burt es menospreciado por su propia mujer y su familia política, ganándose la vida como médico, y ayudando a los excombatientes. Por su parte, Harold es un abogado que lucha contra un racismo cada vez más agresivo, y Valeria, aquella enfermera alegre y combativa, se dedica al arte, siendo menospreciada por su familia. Un día este trio es acusado de haber asesinado a un individuo, el cual habría descubierto una conspiración orquestada por empresarios, para acabar con el presidente. A partir de ese momento, deberán unirse más que nunca para encontrar la verdad y salvar sus vidas …
El film del director de La gran estafa americana decepciona en su regreso, ya que al intentar mezclar la comedia, el drama y la intriga, lo único que consigue es que los tres géneros resulten irrelevantes, al no profundizar en ninguno de ellos y combinarlos sin criterio. La conspiración, la falsa culpabilidad que prometía en su inicio es un pretexto para que aparezcan y desaparezcan un elenco de actores: Robert de Niro, Rami Malek, Taylor Swift, que poco aportan a la narración. El film desaprovecha un reparto tan excelso, convirtiendo el último tramo de la narración en algo predecible y falta de chispa.
Del trio protagonista, destaca Christian Bale que sobreactúa en algún momento y pretende salvar un guion que hace aguas. John David Washington no destila ninguna química con la siempre sorprendente Margot Robie, la cual está muy por encima. El resto de las estrellas desfilan en el film como en una pasarela, cuando algunos de sus personajes ofrecían más posibilidades.
Una historia que tímidamente crítica a aquellos que manejan el poder, y que a pesar de contar con una constelación de buenos actores, se queda tan diluida como un azucarillo en un café.
Carlos Muñoz
