El tudelano Javier Larreta Perales, profesor de inglés de 29 años de edad, y aficionado al dibujo desde pequeño ha sido el encargado de volver a poner imagen a las fiestas de Santa Ana tras ganar el concurso de carteles que organiza el ayuntamiento de Tudela.
El premio ha llegado de manera inesperada para el dibujante. «Nunca pensé en presentarme al concurso y en este caso no me lo planteé hasta que cogió forma la idea. Tras dos años de fiestas la verdad es que tuve tiempo de pensar», explica.
La historia de «La fiesta pintada», en ese guiño que el autor ha hecho a la Puerta del Juicio de la Catedral comenzó hace años. «Estaría en segundo de carrera cuando se me ocurrió. Pero la idea quedó aparcada porque en ese momento no tenía las herramientas ni sabía como hacerlo. Empecé a trabajar en otro cartel para el año 2020, pero le veía demasiadas similitudes a otras ideas que ya se habían presentado y lo descarté. A falta de una semana para que se acabara el plazo de este año me animaron a recuperar la idea y me puse a marchas forzadas a hacerlo», recuerda.
Javier ha querido que el cartel sea una descripción de la fiesta más tudelana. Ha elegido como escenario la Puerta del Juicio y cada una de sus dovelas ha reflejado una escena de las fiestas de Santa Ana. «Es uno y no más. Creo que tiene un aire efímero por contenido y por estilo. Para hacerlo y no dejarme nada hice una encuesta encubierta, preguntaba a la gente que le venía a la cabeza cuando pensaba en las fiestas. Personalmente yo me identifico con todos los actos que aparecen aunque la gente de las peñas está ilusionada la referencia que se hace a ellas como pilar fundamental de las fiestas o poner a Santa Ana como patrona sobre la que gira toda la fiesta».
Detrás de cada dibujo y detalle hay mucho simbolismo tanto por escenas, cómo se refleja la puerta del juicio, esa puerta entreabierta que invita a descubrir las fiestas de Tudela. «Quería hacer algo que invite al espectador a pararse a mirar, del mismo modo que ocurre con las fiestas, y ver cada momentico que nos hace diferentes a las fiestas de otros lugares. Esa es la idea que tenía de trasfondo y la metáfora encubierta que hay detrás del cartel», revela.
La critica que ha recibido su propuesta en estos días ha sido muy favorable. «Doy por sentado que no tiene por qué gustar a todo el mundo, pero tengo que decir que no me he encontrado prácticamente con nada negativo y los ‘peros’ que he tenido han sido siempre constructivos- La verdad es que estoy contento y un poco asombrado».
Una de sus ilusiones es ver el cartel impreso en el programa y pegado por las paredes. «Es algo que me da un poco de vértigo, no deja de ser una cosa que has hecho y que está sujeta a la opinión pública, pero la verdad es que me hace mucha ilusión compartir una cosa que es tuya».