Grupo de txistuaris de Tudela
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19La suspensión de las fiestas de Tudela durante dos años han sido un bache en el camino de la Escuela de Txistu de Tudela cuya presencia y aportación al floclore estaba teniendo cada vez un mayor protagonismo en la capital ribera.

El entusiasmo de esta agrupación, fundada en el año 2010 y que en la actualidad cuenta con 25 componentes, pronto permitió regatear los problemas ocasionados por la pandemia y en cuanto vieron las escasas oportunidades que ofrecía la situación las aprovecharon. Los txistus, recuerda el músico Julio Vidorreta, responsable de la escuela, volvieron a sonar los domingos en las dianas por diferentes puntos de la ciudad, prepararon pequeños conciertos y se embarcaron en un bonito proyecto de difusión de la música renacentista que ha dado como resultado 14 videos que pueden verse en Youtube. Nuestro propósito, explica, «ha sido presentar la música al público buscando la sorpresa, sin anuncio previo de hora y lugar. Saliendo de los escenarios convencionales y dando a los que nos puedan escuchar una excusa más para salir y pasear por las calles de nuestra ciudad».

En esos meses de restricciones el grupo ha mantenido sus clases y ensayos por turnos evitando las aglomeraciones. «Se puede decir que nos hemos reconvertido y la actividad ha sido intensa pese a la pandemia», explica Vidorreta, por lo que estas fiestas garantiza que la música de los txistularis volverá a sonar por las calles de la capital ribera con la intensidad de siempre. «Las fiestas se han echado mucho de menos a nivel personal, pero para nuestro grupo, en concreto, casi se puede decir que nos lo tomamos como unos días de descanso.  Este año empezaremos con nuestro habitual concierto pre-fiestas el día 23 a mediodía en la Plaza de San Jaime. Dentro de las fiestas haremos dianas al menos un par de días y tenemos intención de participar en la Ofrenda Floral. Además de esto tenemos en mente algún otro acto que aún está por concretar», avanza Vidorreta.

La música, asegura el grupo, debe de ser uno de los pilares de nuestras fiestas pero prefieren reivindicar el protagonismo de la música de calle, en vivo y en directo. «Esto es entablar una relación personal, cordial y de alegría entre la gente que está por la calle viviendo la fiesta y el músico, ya sea cantante o instrumentista, aficionado, profesional o espontaneo. Cada vez más la música “enlatada” nos va ganando la batalla a base de bafles y vatios. Muchísimos vatios que nos van desplazando, no ya de los lugares cerrados como bares o peñas, sino también de la propia calle y a cualquier hora del día», alerta.

Sobre la ampliación de las fiestas en un día, Vidorreta responde recordando una vieja historia musical. «Cuentan que un pianista famoso estaba preparando un concierto con obras de Sibelius. Como tenía una duda sobre un pasaje concreto pregunto al compositor: “¿Maestro, cual de estas dos opciones es la apropiada para interpretar esta parte?. Y este le contestó: “Cualquiera de las dos estará bien”.