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Trabajando la igualdad de género en la Ribera

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[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,9,8″ ihc_mb_template=»2″ ]Entendernos, entre hombres y mujeres y ayudar al empoderamiento femenino desde el género masculino, es el objetivo de los talleres de nuevas masculinidades que algunas localidades riberas han puesto en marcha. Álvaro Embid es la persona que imparte estos cursos que son a la vez, formativos y experienciales, «para hombres que quieren trabajar temas de igualdad de género, que quieren ponerse las pilas a la hora de contribuir a esta igualdad de género», explica.

Álvaro Embid, natural de Ribaforada, cuenta con una larga experiencia en este terreno. Lleva desde 2012 trabajando con este tipo de de grupos de hombres en Madrid, y ahora lo hace desde su localidad natal. «El feminismo», explica, «propone dos líneas: el empoderamiento de la mujer y, por otro lado, a los hombres nos dice ‘oye, revisad los privilegios, las actitudes, los comportamientos que tenéis, y dar ese paso para atrás para que podamos seguir empoderándonos’. No es una lucha que tengan que liderar los hombres, pero sí que las mujeres nos dan ese toque de «poneros las pilas».

Además de Ribaforada, donde hay una escuela fija desde hace dos años, los talleres sobre nuevas masculinidades, han llegado a poblaciones como Corella, Azagra, Roncal, Burguete o Cintruénigo. «En función de si es recurrente o son solo dos o tres sesiones la temática se enfoca un poco más a una cosa o a otra», explica Álvaro. «Pero suele ser el 90 por ciento dedicado a la igualdad de género, y el 10 por ciento desarrollo personal, inteligencia emocional…».

Privilegios y lenguaje inclusivo

En cuanto a las temáticas que se trabajan, estas son, por ejemplo, privilegios, lenguaje inclusivo, cómo afrontar comentarios y bromas machistas, micromachismos,… «Luego, esto puede ir perfilado: aplicado a la relación de pareja, a la familia, a situaciones concretas, como que son Navidades y ver qué podemos hacer los hombres que no hayamos estado haciendo…».

Sobre el perfil de hombre que asiste a estos talleres, no hay un patrón: «Es muy difícil definirlo. A veces vienen profesores, gente que está especialmente sensibilizada o que tiene cerca a gente que en algún momento le ha hablado de feminismo, de igualdad, padres que tienen en casa chavales feministas que también les han hablado de eso, hombres con parejas mujeres que también han andado con luchas feministas… A veces gente que le interesa el aprendizaje de todo tipo».

Talleres incómodos

Álvaro Embid nos comenta que no son talleres en el que los hombres estén cómodos. «No tiene que haber tanta incomodidad como para que te tengas que ir, pero si un poco. Porque si venimos aquí a decir que bien, que interesante, y me voy a casa, para eso, coges un libro y ya está. Hay gente que lo lleva mejor y gente que lo lleva peor. Por ejemplo, un participante, a principio de curso, decía «me he dado cuenta de que en mi casa manda mi mujer». Y a mitad de curso decía «claro, me he dado cuenta de que manda mi mujer, y menos mal que manda ella, porque es la que se encarga de las facturas, de comprar, de pagar no sé cuantas cosas, de que al niño hay que hacerle el cambio de ropa del armario… Ahora me doy cuenta de que es un privilegio».

Y sobre todo, destaca el carácter prácitco: «No son talleres para filosofar, son talleres para que al terminar digamos: qué nos llevamos y qué podemos aplicar. Y que eso se vea reflejado en el círculo de mujeres que tenemos cerca en nuestro día a día».

Aquellas personas interesadas, pero que no pueden asisitir a uno de estos talleres, pueden descargarse un curso gratis en la web www.entendiendonos.com

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