[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]El lunes, el centro cívico Lestonnac acogía una charla de Carlos Taibo (Madrid, 1956) analista, escritor, profesor jubilado de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid y referente en los años noventa del movimiento antiglobalización. El título: «Rusia frente a Ucrania», es el título de uno de sus libros, escrito en 2014. Ahora, a raíz de los últimos acontecimientos, ha actualizado y reeditado la obra. Ayer en Tudela, habló con los asistentes, que llenaron la sala, sobre el conflicto en Ucrania. El acto estuvo organizado por el Ateneo Republicano de Tudela.
Taibo dejó claro desde el principio que «no hay ninguna justificación ni mayor ni menor para la acción militar rusa en Ucrania. En paralelo, debemos colocar en primer lugar, como máxima prioridad, el sufrimiento de muchas gentes». También fue contundente diciendo que él está en contra de los ejércitos, de las guerras, de las alianzas militares y de los imperios.
Un conflicto que viene de lejos
Como introducción, Taibo hizo algunas observaciones sobre Ucrania, un país muy similar a España tanto en extensión como en población y sometida tradicionalmente a la presión de grandes imperios de los alrededores. Habló de Ucrania como uno de los países más corruptos del mundo, de la revolución naranja de 2004, del referéndum de autodeterminación de Crimea… «En las semanas siguientes estalló un sangriento conflicto bélico que ha llegado hasta hoy», y que se calcula ha costado la vida a unas 14.000 personas, civiles ucranianos que fueron bombardeados indiscriminadamente por el propio ejército ucraniano.
«En los 30 últimos años», explico este experto en geopolítica europea, «Rusia lo ha probado todo o casi todo en su relación con el mundo occidental, entre ello la búsqueda de una relación cordial «. Sin embargo, según Taibo, solo ha recibido desplantes. «Estados Unidos no dudó en respaldar una nueva ampliación de la OTAN -a las tres repúblicas exsoviéticas del báltico-, se negó a desmantelar las bases militares provisionales que había perfilado en al Cáucaso y Asia Central en 2001, para sacar adelante su intervención militar en Afganistán…». Y así, tras una larga lista de desplantes, Rusia optó por buscar una política exterior independiente. «El Putin que conocemos en estas horas es, en una medida nada despreciable, el producto de la agresividad y de la ignominia de las potencias occidentales. Aunque desde luego, no lo explica en su totalidad».
Responsabilidad de la OTAN
Taibo es especialmente crítico con la OTAN. «Desde mi punto de vista, la OTAN es responsable principal de un genuino cerco sobre Rusia desplegado en las tres últimas décadas. ¿Qué ocurriría si en Canadá y en México llegasen al gobierno fuerzas políticas hostiles a Estados Unidos que anunciasen su deseo de colocar a esos dos países en una alianza militar enemiga de Washington?¿La reacción de Estados Unidos sería más benigna y mesurada que la impresentable reacción que asume en estas horas la Rusia de Putin?».
Además, Taibo defiende que la OTAN es corresponsable del proceso de tercermundización de todas las relaciones en Europa Central y Oriental. «Nuestros empresarios buscan en ese área geográfica mano de obra barata que explotar, materias primas razonablemente golosas, y mercados más o menos prometedores».
Taibo también dijo mostrar admiración por las gentes que están desplegando su solidaridad por quienes huyen de Ucrania por la guerra. Pero se preguntó: «¿dónde estábamos todos y todas hace 20 años cuando el ejército del señor Putin desplegaba una política de tierra quemada en Chechenia y decidimos mirar hacia otro lado?. Lo que ocurre en Ucrania es inenarrable, pero ni más ni menos que lo que cobró cuerpo en 2003 al calor de la intervención norteamericana».
Razones para la guerra
En cuanto a la actual guerra en Ucrania, Taibo confesó que no encuentra una explicación satisfactoria para la decisión de Putin de invadir Ucrania. Ni la tesis de buscar una guerra rápida para acallar el descontento interno, ni la de que Putin es víctima de un acceso imperialista, o la teoría de que Rusia interviene para hacerse con el control de materias primas… parecen explicar con suficiente solvencia el conflicto. En cuanto a su resolución, Taibo cree que si Rusia aceptase para Ucrania un modelo de neutralidad como el finlandés de los últimos años, «tendríamos un cimiento de resolución pacífica del conflicto».
El escritor y analista también aseguró que las potencias occidentales tienen que responder a una pregunta central: «¿Qué es lo que les interesa más: Una Rusia fuerte que ponga orden en su patio trasero, o una Rusia débil que permita garantizar una macrooperación de rapiña. Solo hay una organización que sale manifiestamente favorecida de esta crisis: la OTAN, algo particularmente preocupante».
Carlos Taibo también tocó uno de sus temas favoritos, el del colapso. «Cada vez estoy más convencido de que nos adentramos en un escenario de colapso, que es el producto de varios factores: el cambio climático, el agotamiento de las materias primas energéticas, y con varias crisis en la trastienda, la demografía, la social, la sanitaria, la financiera…». El escenario pinta mal, entre otras muchas razones porque nuestros gobernantes no toman nota de lo que se nos echa encima. Si lo hubiesen hecho, habrían puesto los frenos de emergencia y habrían empezado a salir de las ilusiones del crecimiento económico».[/ihc-hide-content]