El próximo mundial de canicross, que se celebrará del 28 de abril al 1 de mayo en la ciudad francesa de Pledrán, contará representación navarra y ribera de la mano del cascantino, Daniel Díaz Garrido y su perro Ares, un precioso Braco de Weimar.
El canicross es una de las disciplinas del Mushing, un deporte más propio de latitudes nórdicas y todavía no muy conocido en nuestra zona que consiste en correr junto a tu perro unido a la cintura del corredor a través de un arnés. «Existe también otra especialidad que también practico que es el bikejoring, donde el perro corre delante de una bicicleta a la que va unido a través de una línea de tiro que le permite empujar para ayudar a aumentar la velocidad al ciclista», explica el deportista cascantino.
Daniel ha practicado atletismo desde los 5 años y a sus 28 años sigue practicando este deporte, e incluso se aventura en algún triatlón, aunque reconoce que su punto fuerte siempre ha sido correr. Recuerda que comenzó en el canicross hace tres temporadas de una forma inesperada. «Empecé de la forma más tonta, corriendo en Fontellas una carrera popular, con un mastín que, más que correr, fuimos andando. Mi segunda carrera fue en Salinas de Ibargoiti con un chow chow. Ambas fueron con perros prestados debido a que para poder correr el perro debe tener al menos 1 año y 18 meses en caso de ser una carrera del Campeonato de España o del Campeonato del Mundo. Mi tercera carrera fue ya con mi Border collie, y me gustó tanto este mundo que fui aumentando la familia perruna para poder competir en más modalidades y para disfrutar con ellos», relata.
Desde que comenzó a practicar canicross, Daniel se ha ido adentrando más y más en esta especialidad en la que, asegura, disfruta de la compañía de sus animales practicando su una de sus aficiones al mismo tiempo que, recuerda, da una vida saludable y buena a sus compañeros de cuatro patas. «A día de hoy me cuesta salir a correr yo solo, prefiero hacerlo en compañía de mis peludos, a no ser que las condiciones climatológicas no sean favorables para ellos», confiesa.
Siguiendo la trayectoria de Daniel era inevitable que la afición tomase un cariz más serio y se adentrara en el mundo de la competición. «Llevo el espíritu de la competición desde muy pequeño y me gusta mejorar día tras día porque mis logros son para mí una satisfacción personal», confiesa. «Intento prepararme de la mejor manera posible, tanto yo como a mi perro, siempre dentro de mis posibilidades y teniendo que compaginar el trabajo con los entrenamientos y la vida diaria».
Para ganarse la plaza en la cita mundialista de Pledrán, Daniel tuvo que pelear su plaza en el campeonato de España que se celebró en febrero de 2021 en Ólvega, en una temporada que fue muy complicada para los amantes de este deporte que veían como se iban suspendiendo o aplazando las pruebas previstas en el calendario y complicando una preparación que, recuerda Daniel, incluye al atleta y al perro. «Muchas veces puedes entrenar junto a él, pero otras veces el perro puede ir suelto o enganchado a la bici para ejercitar su fuerza. En realidad todo depende de los objetivos que te marques o de lo que quieras trabajar con él. Aún me considero un novato en esta disciplina, llevo pocos años y se que siempre se puede aprender algo más», comenta.
Daniel competirá en Francia con Ares, aunque aclara que cualquier perro nos sirve para disfrutar del canicross. sus principios, recuerda, fueron con dos perros prestrados y su Border Colie. «Solo hay que acostumbrarlos, entrenarlos e invertir tiempo en ello, aunque es cierto que en el mundo de la competición, cuando te planteas alcanzar logros y mejorar, se buscan perros con determinadas características, más fuertes, pesados, ágiles y con resistencia, características que a día de hoy ofrecen razas como los Greyster, Eurodog, Alaskanos, bracos… en definitiva, perros nórdicos y de caza». Eso sí, advierte a quienes quieran aventurarse en esta especialidad, «tienes que ser consciente de que lo que haces te va a llevar tiempo y esfuerzo y nunca puedes abandonar a un perro si no alcanza tus objetivos o no se adapta a este mundo».
En Francia su objetivo lo da por cumplido. «No quiero ponerme metas porque también sería ponerme límites. Nuestro objetivo es llegar de la mejor forma posible, pero también dependeremos de que las lesiones nos respeten, de la situación climatológica hasta abril para poder realizar entrenamientos con temperaturas bajas y del tiempo que nos permita sacar el trabajo. El hecho de ir al mundial y poder representar a España ya es un logro y una satisfacción personal. Disfrutaremos, aprenderemos de la experiencia y daré lo mejor de mí. Eso sí, vamos a por todas porque no tenemos nada que perder».
Con su presencia en el mundial espera que dar visibilidad a esta discuplina y al deporte del mushing «y que anime a la gente, tenga perro o no, a adentrarse en este mundo para muchos desconocido y disfruten, orgullosos, viendo como sus perros desprenden esa felicidad y adrenalina que me transmiten a mí los míos», concluye.