La formación de un “Gobierno Progresista” presidido por María Chivite e integrado por miembros de Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu, (contando con la colaboración externa de I-E y Bildu), habría dejado condenado a Navarra Suma al ostracismo político tras elegir Chivite a EH Bildu como socio preferente en la aprobación de los Presupuestos del 2021, a pesar de ser la marca más votada al obtener 20 escaños en el Parlamento Foral así como las principales alcaldías navarras (Pamplona, Tudela y Barañain).
Sin embargo, la necesidad perentoria del Gobierno Sánchez de buscar nuevos aliados para aprobar la Reforma Laboral, podría representar una oportunidad para UPN de rentabilizar sus 2 diputados en el Congreso y revisar su actual estrategia política incorporando a su bagaje político la llamada inteligencia maquiavélica. Dicho término consiste en el uso de comportamiento cooperativos o combativos que le puedan reportar mayores posibilidades de adaptación en función de una situación concreta. Asimismo, la inteligencia mediática se distingue por una extraordinaria capacidad para encontrar las debilidades ajenas y utilizarlas en beneficio propio así como de realizar acciones complejas que pueden no ser entendidas en un principio por sus votantes pues sus metas se proyectan hacia un futuro mediato (Pacto con el PSN en el 2023).
Consciente del nuevo escenario que se dibuja, el socialista Santos Cerdán habría iniciado discretos contactos para convencer a UPN de la necesidad de alejarse del fallido proyecto Navarra Suma y presentarse con sus siglas en las Próximas elecciones forales, lo que facilitaría una posterior entente entre PSN y UPN para reeditar la Teoría del Quesito sanziana al tiempo que aseguraría para el PSOE los votos de los 2 Diputados de UPN en el Congreso para el resto de la actual legislatura.
Así, tras la celebración del 40 aniversario de UPN, Miguel Sanz habría plasmado las inquietudes de la corriente interna de UPN conocida como “sector de la boina” afirmando que “la imagen de UPN está un poco confundida en Navarra Suma” y posteriormente, apostilla que “tenemos que volver a recuperar el alma y que nuestras siglas sigan apareciendo en cuantas iniciativas políticas se tomen en Navarra Suma”. Dicha declaración de intenciones abre la posibilidad de un debate interno en el seno de UPN entre los sectores de la boina y de la toga con el objetivo inequívoco de recuperar su identidad primigenia (navarrista y foralista) que habían quedado diluidas en Navarra Suma y presentarse en solitario en las próximas elecciones forales del 2023.
Germán Gorraiz López – Analista