Hace muchísimos años vivía en una ciudad lejanísima una familia muy pobre. Todo eran problemas, falta de dinero, vivienda muy pequeña. Incluso una familia más rica del barrio les molestaba y les tiraban piedras a su pequeña cabaña. Pero la familia pobre tenía un superpoder que era la Fe en Dios y una esperanza absoluta en la vida. Llegó la Navidad y en la Nochebuena Jesús le susurró a los Reyes Magos que realizaran una visita especial a aquella humilde vivienda. La familia todos los años colocaba un pequeño arbolillo que decoraban con papelitos rojos y dorados. La mañana de Reyes la familia no encontró los sencillos juguetes de madera que habían pedido. La cabaña se había convertido en una casa con muebles y todo, y los niños tenían muchos juguetes con los que jugar. Sin embargo, la familia rica se encontró el salón lleno de sacos de carbón. Por supuesto que aprendieron la lección y a partir de ese momento comenzaron a ayudar a los demás. Y lo más importante, comprendieron el valor de la amistad.
Alumnos de 4ºA
Una Navidad diferente
Hace muchos años vivía una familia en un pueblo muy bonito y pequeño, situado en la Palma, a la que le gustaba mucho celebrar la Navidad. El día de Nochebuena, los padres salieron de compras.
De repente, una tormenta de cenizas apareció en uno de los volcanes de la isla, arrasando parte del pueblo y llenando todo de cenizas calientes.
Mientras los padres intentaban volver a casa, sus hijos asustados por los ruidos del volcán pidieron con todas sus fuerzas su mayor deseo navideño: que vinieran a ayudarles.
Al cabo de segundos, su deseo se cumplió. Papá Noel y los Reyes Magos llegaron, cubiertos de un polvillo negro y brillante, dispuestos a ayudarles.
Los niños, muy sorprendidos, salieron a la calle donde pudieron reunirse con sus padres.
Todos los del pueblo, la familia, los Reyes Magos y Papá Noel se pusieron manos a la obra y comenzaron a reformar los daños causados.
Al llegar la noche, ya cansados, todos se juntaron para celebrar que estaban sanos y a salvo. Entonces recordaron que era Nochebuena y muy contentos se comenzaron a cantar villancicos y comer dulces navideños.
Cuando terminaron, los Reyes Magos y Papá Noel, les dieron un regalo por adelantado porque habían ayudado muy bien. En ese preciso momento se esfumaron haciendo un chasquido de dedos y el volcán se durmió.
Alumnos de 4º B
Pedro y la magia de la Navidad
Había una vez un niño que se llamaba Pedro. Tenía 9 años y vivía solo en una casa abandonada. Gracias a la ayuda de los vecinos Pedro podía comer y resguardarse del frío con las ropas que ellos le daban. Unos días antes de que llegara la Navidad volvió a romper la carta que iba a mandar a Papá Noel porque pensaba que la Navidad era injusta y él no quería juguetes.
La noche del 24 de diciembre, alguien llamó a su puerta. Cuando la abrió se encontró con Papá Noel. Pedro le dijo que no creía en la Navidad y que no esperaba ningún regalo para él. Papá Noel no le dio ningún regalo pero le explicó lo más importante, el verdadero significado de la Navidad: “Hace más de 2000 años un niño llamado Jesús nació en Belén. Vino para salvar el mundo. Desde entonces, los cristianos celebran este día reunidos en familia. Ten fe y escribe tu carta a los Reyes Magos, seguro que ellos te traen lo que más deseas”.
Pedro algo convencido decidió hacer caso a Papá Noel y esa misma noche se puso manos a la obra y escribió la carta a los Reyes Magos. En ella pedía solo una cosa: poder celebrar la Navidad como el resto de los niños, con una familia.
Los días pasaron y una pareja acompañada de un agente inmobiliario abrió la puerta. Querían comprar la casa. Pedro se asustó mucho al ver que esa pareja se iba a quedar con lo único que tenía. Ellos, sin embargo, no quisieron dejar a Pedro en la calle y se ofrecieron a vivir y formar con él una nueva familia.
Aquella noche de Reyes fue mágica para los tres. Pedro tuvo el mejor regalo que nunca pudo imaginar y Marta y Javier, sus padres, encontraron el hijo que siempre desearon. Y colorín colorado, una vez más la magia de la Navidad ha triunfado.
Alumnos de 4ºC
Una Navidad solidaria
Érase una vez una familia que vivía en Tudela, una ciudad situada al sur de Navarra.
La familia estaba formada por mamá, papá, Mateo y Paula. Mateo era un niño de 9 años muy alegre, bondadoso, servicial y muy amigo de sus amigos.
Pronto sería Navidad y su madre le dijo que tenía que ir pensando en escribir la carta a los Reyes Magos. Mateo estuvo pensando toda la tarde y decidió que ese año no iba a ser una carta como la de los otros años. Sería una carta muy diferente a las que había escrito hasta ahora. ¡No iba a pedir nada para él! Llevaba muchos días, incluso semanas, viendo y escuchando las noticias. Le llamaban mucho la atención: “Los niños de la Palma habían perdido sus casas, sus parques, sus juguetes… ¡Hasta sus colegios!”
Este año, no podía ser igual para todos esos niños que vivían allí, así que decidió que su carta de Reyes Magos sería para pedir para toda la gente de ese lugar y, sobre todo para los niños. Él ya tenía muchos juguetes además, muchos ni los usaba; no necesitaba nada más.
Para Mateo la Navidad era una fecha muy especial. Le encantaba reunirse con la familia y juntos celebrar el nacimiento del niño Jesús. Él se sentía muy afortunado con todo lo que tenía, solamente pensaba en que los niños de La Palma no podrían reunirse en sus casas destrozadas por los efectos del volcán. Con esta idea conseguiría que fuesen un poco más felices, si este año los Reyes se acordaban de una manera especial de ellos.
A Mateo, además se le ocurrió otra idea; aparte de los regalos que quería pedir, pensó que podrían crear y organizar un club con los vecinos de su barrio para recoger juguetes que no utilizaran y enviarlos por correo a La Palma. Conseguirían sensibilizar a muchas personas, ayudar y hacer felices a esos niños y sus familias.
Cuando Mateo le contó a su madre todo lo que había pensado, ella se sintió muy orgullosa y le animó a comenzar su proyecto. Mateo se sintió feliz y, muy ilusionado y esperanzado, comenzó a escribir su carta…
Alumnos de 4ºD