Fernando León de Aranoa hace más de veinte años, sorprendió a crítica y público con Los lunes al Sol, un retrato brillante sobre la precariedad del empleo, mediante un grupo de parados. Ahora, retoma la temática, centrándose en la vida de un empresario, preocupado por los problemas de sus empleados, pero dispuesto a todo con tal de obtener el reconocimiento y beneficios. El film lo protagonizan: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Celso Bugallo.
Julio Blanco (Javier Bardem), dirige el negocio familiar de Básculas Blanco. Es un hombre preocupado por sus empleados, y deseoso de que en su fábrica funcione a la perfección, ya que aspira a conseguir el premio a la Excelencia Empresarial. Sin embargo, cuando un empleado es despedido (Oscar de la Fuente), y éste decide acampar enfrente de la fábrica para protestar, Julio empieza a temer por su reputación.
Al mismo tiempo, su jefe de producción Miralles (Manolo Solo), agobiado por la infidelidad de su esposa Adela (Mara Guil), origina el caos, afectando al funcionamiento de la fábrica. A ello, se añade la llegada de una atractiva becaria (Almudena Amor), que sufrirá el acoso de su jefe, pero que resultará ser más lista de lo que parece. Para encauzar la empresa, Blanco traspasará las líneas rojas morales con el objetivo de no perder su premio…
El director de Familia ha creado un caleidoscopio del mundo laboral, mostrando aspectos como: el abuso de poder, el acoso sexual, la insolidaridad entre trabajadores, la vida familiar… Sin embargo, Aranoa desequilibra la balanza al apostar más por el tono empático, cómico de la historia que por el tono dramático. Presenta al ególatra empresario como un tirano, pero suaviza el despotismo hacia sus trabajadores, con ese toque de humor, de buen rollismo. Respecto a su mirada hacia los obreros, los personajes resultan creíbles, pero sus problemáticas: acoso sexual, deseos de poder, falsas apariencias, manipulación, no acaban de obtener un auténtico desarrollo, son meras pinceladas.
La historia descansa en un Bardem inmenso, dotando al personaje de los diferentes matices: pragmático, infiel, despiadado, pero con un humor que provoca la empatía del espectador. El resto de personajes, aunque lejos de Bardem, destacan Almudena Amor, y un Celso Bugallo que, con pocas apariciones expresa el peso de la explotación, y muestra su identidad, (atención a la escena final).
Un film donde todos salen retratados, sea la clase empresarial dispuesta a cruzar la delgada línea de lo legal y moral, sea la propia clase trabajadora sin demasiada conciencia reivindicativa o la propia clase política, predispuesta a inclinar la balanza a favor del que manda.