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Este domingo 26 de septiembre, hemos podido recuperar el reto +de100. Un evento que como otros muchos tuvo que suspenderse el año pasado, debido a la Pandemia COVID. Esta pandemia, que ha contado con tasas de mortalidad de 4,5 millones de personas en un año, ha conllevado la adopción de medidas muy drásticas que nadie pensaba que se podrían tomar y que algunas de ellas, seguramente, se queden para siempre.

Pero esta pandemia también ha tenido sus oportunidades. El confinamiento hizo que nos diéramos cuenta de cuanto necesitamos movernos, andar, hacer ejercicio, que los niños y gente mayor necesitaban moverse y salir. Además, cuando pudimos salir, las calles vacías de coches nos permitieron pasear por sitios que antes era imposible andar y que los niños y niñas pudieran jugar en lugares que antes era impensable.

Sin embargo, hay otra pandemia que es incluso más mortífera que la del COVID y que es necesario abordar ya. Es la contaminación en nuestras calles debida a las partículas y a los óxidos de nitrógeno que salen de nuestros coches. Esta supone 8 millones de muertos al año (casi el doble que la del COVID) y en España conlleva 3.600 millones de gasto público para tratar las enfermedades vinculadas a la contaminación. Si a esto le sumamos las muertes y lesiones producidas por atropellos y accidentes de tráfico, nos daremos cuenta que esta pandemia al menos es tan mala como la que hemos pasado y que el abuso del coche en la ciudad es el virus que tenemos que combatir como sociedad.

Todos tenemos coches y los necesitamos para movernos, pero si somos sensatos y nos paramos a pensar, todos abusamos del coche, nos movemos a distancias que podemos ir andando o en bicicleta. El coche nos ha comido la ciudad, ocupa nuestras calles, ensucia nuestro aire, no deja que nuestros niños jueguen.

Pero hay una buena noticia, para combatir esta pandemia no hace falta quedarse confinados, no tenemos cierres perimetrales, y ya existen vacunas probadas, accesibles a todo el mundo y totalmente efectivas. Existen varios modelos de las mismas: zapatilla, patinete y sobre todo la bicicleta.

Para nosotros, los de Recicleta Ribera, la bicicleta es la mejor de las vacunas porque es mucho más efectiva que las otras. Si la usamos para nuestros desplazamientos cortos y las calles se llenan de bicicletas, cada vez habrá menos coches y los que circulen lo harán mucho más lento reduciendo la probabilidad de accidentes y la contaminación derivada de la quema de combustibles fósiles.

Por eso, desde Recicleta Ribera llevamos ya más de 5 años trabajando para que Tudela y todos los pueblos de la Ribera sean espacios más seguros para circular en bicicleta y a pie y que el coche no sea el protagonista de nuestras calles, sino que sean las personas.

Se van dando pasos, algunos muy positivos, pero creemos que hay que seguir haciendo esfuerzos para contar con espacios libres de coches que permitan a la ciudadanía recuperar sus calles y mejorar la calidad del aire que respiran.

Creemos firmemente que estos espacios libres de coches tienen que empezar por los espacios más sensibles, especialmente para las personas más vulnerables (Niños y ancianos). Por eso, venimos pidiendo desde hace años que los centros escolares sean entornos peatonales para que los estudiantes puedan ir de forma segura y saludable a sus colegios e institutos andando o en bicicleta. Sabemos que no es fácil pero estamos dispuestos a colaborar todo lo necesario.

Por eso, esta Semana Europea de la Movilidad Sostenible que acabó este domingo, la cerramos con un acto de vacunación masiva, un acto que demuestra a los negacionistas de la bicicleta que SÍ se puede, que es efectiva y que es divertida. Que aquí estamos y que no somos 4 los que la vamos a usar, sino que somos MÁS DE 100.

Abel del Rey, miembro de Recicleta Ribera