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Tudela inauguró este sábado el monumento en memoria y homenaje de las víctimas de la banda terrorista ETA y del terrorismo, un conjunto escultórico del cirbonero Jesús Pérez Marín «Bóregan», que se ha colocado en el paseo del Queiles y que lleva por título ‘El abrazo de Tudela a las víctimas de la banda terrorista ETA y del terrorismo’.
El acto contó con la participación de la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, varios consejeros del Gobierno de Navarra, el presidente del Parlamento y el delegado del Gobierno en Navarra. En el acto estuvieron presentes también representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo y las familias tudelanas Caballero-Martínez y Casanova-Saiz Aja quienes han sufrido el terrorismo de ETA en primera persona.
El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, reconocía que la inauguración de esta obra «salda la deuda que todos los demócratas españoles tenemos con las víctimas del terrorismo, especialmente con las de la banda asesina ETA». A ellas agradeció que con su actitud «hayáis sembrado en el corazón de los navarros, y de todos los españoles, un ejemplo admirable y valioso que se llama dignidad, una dignidad que algunos compran y se equivocan, porque no se puede comprar lo que su dueño no vende. Se equivocan y cometen una traición que mancha las sábanas blancas de tantas muertes. La verdad y la memoria y la dignidad y la justicia que merecen las víctimas son más valiosas que mil sillones, y que un Palacio».
Por su parte, Javier Caballero Martínez, presidente de la fundación de Víctimas del Terrorismo hijo de Tomás Caballero, concejal de UPN asesinado por ETA, destacó que la inauguración de este monumento en Tudela, «es un justo homenaje de recuerdo a la memoria de quienes perdieron la vida por la sin razón y barbarie ejercida por los asesinos. No nos hubiera gustado que no se hubiera celebrado nunca, pero la realidad del terrorismo nos ha abocado a esto. Mi más sincero gratitud por brindarnos esta oportunidad, fundamental para el logro de los objetivo de las asociaciones de víctimas, preservar la memoria para honrar a todos los que ha sufrido la lacra del terrorismo a través de un relato veraz», reclamó Caballero.
Antes de concluir, Caballero reclamó la importancia que se debe de otorgar al desconocimiento entre las generaciones más jóvenes de nuestro país de lo que ha ocurrido con el terrorismo en España. «Es esencial que garanticemos un relato veraz y certero a las generaciones que no tuvieron una vivencia directa. Sería algo injusto juntos con las víctimas, además privaremos a nuestros jóvenes de una poderosa herramienta para enfrentarse a posibles a conflictos futuros. El conocimiento de una parte reciente de la historia a de España marcada por la sin razón terrorista».
El turno de las intervenciones lo cerró la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, que tuvo que escuchar como algunas de las personas que seguían el acto desde el Paseo del Queiles le silbaban e interrumpían el inicio de su intervención. Chivite pidió a la sociedad, como Presidenta de Navarra, «que el terrorismo vivido nos sirva para unirnos como pueblo. Debemos mirar al futuro, sin miedo, sin temor y sin odio”.
“No queremos pintadas que reivindiquen la acción de los asesinos, no queremos que los ‘ongietorris’ ensalcen las acciones violentas de unos pocos como si fueran dignas de homenaje y recuerdo”, ha manifestado antes de defender que “con el respeto a la libertad de expresión y en colaboración con el Ministerio del Interior, impulsar una legislación que limite el fomento de la violencia en las calles y plazas”.
La obra
La escultura de Bóregan es una invitación a la reflexión. Está compuesta por tres figuras que representan una madre y dos hijos que van caminando juntos y abrazados, apoyándose y dándose ánimos para no desfallecer.
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