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Los jardines capaces de atenuar inundaciones, instalados el pasado año por el Gobierno de Navarra en el campus de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) de Tudela, constituye un caso de éxito en drenaje sostenible en Navarra. El Ejecutivo foral aboga por implantar esta solución urbanística, en colaboración con las entidades locales, por todo el territorio navarro.
Los detalles de este sistema que evita la canalización del agua a través de las depuradoras, las sobrecargas hidráulicas y los problemas de colapso que pueden producirse en las redes de saneamiento, han sido expuestos en una webinar organizada por la sociedad pública NILSA, en la que han participado un centenar de personas del ámbito de la arquitectura, la ingeniería, la gestión hídrica, y el ámbito municipal.
El drenaje urbano sostenible es una solución que permite gestionar el agua de lluvia en el lugar donde se genera, logrando que se infiltre de forma natural, sin ser canalizada a través del alcantarillado hasta las depuradoras. De esta manera permite retrasar la entrada de las escorrentías en las redes municipales de saneamiento, lo que facilita que se pueda dosificar un caudal abundante, producido por ejemplo por una gran tormenta o una fuerte avenida de agua; reduce la contaminación arrastrada por el agua, como bolsas de plástico, envoltorios, colillas, hidrocarburos, etc.; y permite optimizar los procesos de depuración, ahorrando costes en las instalaciones, que no deben depurar un agua que no tiene origen doméstico o industrial.
La jornada ha sido clausurada por el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mari Rodríguez, quien ha destacado la necesidad de “dar impulso a soluciones constructivas basadas en la naturaleza, como el drenaje sostenible, que harán de pueblos y ciudades sitios más amables para la ciudadanía, más eficaces con sus recursos económicos y medioambientalmente más sostenibles y adaptadas al cambio climatico”. La jornada ha contado también con la participación del director de Proyectos y Obras de NILSA, Gregorio Berrozpe; el vicerrector de Economía, Planificación y Estrategia de la UPNA, Martín Larraza y el profesor Javier López, que han puesto en valor la sostenibilidad medioambiental como imitación natural al ciclo del agua.
Un sistema utilizado en ciudades con gran pluviometría
Cabe recordar que el pasado año el Gobierno de Navarra, a través de la sociedad pública NILSA, instalo este sistema de drenaje en tres zonas del aparcamiento del campus de la UPNA en Tudela. Esta infraestructura, que en su aspecto exterior se asemeja a un jardín, permite drenar más de 6.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en varias zonas diferenciadas.
El proyecto, que tiene como objetivo su extrapolación a otras instalaciones de Navarra, está instalado en el aparcamiento del recinto universitario con aspecto de jardín. Cuenta con un sistema de canalizaciones que llevan el agua de lluvia fuera de las redes de alcantarillado, por lo que alivia sobrecargas hidráulicas almacenando un caudal que de otra manera colmataría la capacidad del alcantarillado, logrando que el agua vuelva a filtrarse de nuevo en el propio terreno.
Además, el sistema instalado dispone de instrumentos de medida que permitirán ampliar el conocimiento existente en torno a la eficacia y eficiencia de este tipo de infraestructuras, así como de su gestión.
Este tipo de construcciones, muy utilizado en ciudades con gran pluviometría como Portland (EEUU) o Edimburgo (Escocia), es especialmente significativo en un contexto de cambio climático que afectará al tipo y cantidad de precipitaciones, volviéndolas más extremas, intensas, impredecibles y difíciles de gestionar. Según los modelos matemáticos de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, entre los años 2040 y 2070, el régimen hídrico habrá disminuido un 13% respecto al actual. Este hecho, sumado al cambio en la forma de precipitaciones, supone un reto en la gestión del agua.
El drenaje urbano sostenible no sólo contempla construir este tipo de infraestructuras, sino también prácticas de gestión y estrategias de control diseñadas para drenar de manera eficiente y sostenible las aguas de escorrentía superficial, con el objetivo de descargar las redes municipales de agua de lluvia, reducir al mínimo la contaminación que arrastra el agua en las calles y mantener la buena calidad de las masas de agua subterráneas.
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