[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]
Raúl Gil regresa a Tudela, la ciudad que lo vio nacer en 1964, lleno de ilusión y con muchas ganas con una muestra que puede verse en el patio del centro asociado de la UNED de Tudela. «Tenía muchas ganas de colgar una exposición en solitario en Tudela. He mostrado obra en otras ocasiones pero tenía ganas de hacerlo solo», reconoce Gil, cuyos cuadros permanecerán expuestos hasta el 21 de mayo.
El recorrido de Raúl Gil ha sido muy amplio en estos años. Desde su salida de la facultad de Bellas Artes de Bilbao a la actualidad ha trabajado y experimentado hasta dar con su propio camino. «De la facultad sales muy influido. Tuve que hacer un recorrido artístico hasta llegar a un punto final y empezar con lo que me gusta, una obra mucho más realista, que es probablemente lo que siempre he querido hacer», afirma.
En esta etapa artística Gil ha logrado que los ambientes urbanos y la figura humana cobren vida propia en sus composiciones. «Es una obra muy basada en la realidad. Realismo puro. Mucha gente me dice que es una obra muy fotográfica, pero no es hasta cuando ves la obra cuando puedes apreciar la textura y la materia con las que están hechas». A ello se añade esa capacidad del artista de completar la escena con composiciones únicas y juegos de luces que son capaces de aportar a la escena el punto de vista que la convierte en obra de arte. «En casi todas las obras se puede apreciar la luz, una sombra, un reflejo, un brillo, un color… ese detalle lumínico que es lo que me atrae a la escena y que trato de potenciar en mis cuadros.
La colección que ha colgado en la UNED de Tudela es un reflejo de este camino artístico emprendido por el artista. Obras protagonizadas por temas tudelanos que se muestran al público por primera vez y que Gil ha creado de manera expresa para esta muestra, y la obra que el artista crea en su estudio de San Adrián, localidad en la que está afincado. «Es obra que ha podido verse en otras exposiciones, con obra de hace años a lo más nuevo, un cuadro de la calle Aldehuela de Tudela», resume. Se trata en su mayoría de óleos sobre tabla, pero no faltan incursiones de óleos sobre papel, lienzo o grafito, en un espectacular dibujo plasmado en lápiz sobre madera que es solo un ejemplo de la destreza artística con la que Gil sorprende al espectador con su obra.
Una espera de un año
La pandemia ocasionada por la Covi-19 ha hecho, además, que el reencuentro del artista con Tudela se haya pospuesto durante un año. «Esta exposición tenía que haberse inaugurado en mayo de 2020. Todos sabemos que pasó, no se pudo hacer y la hacemos ahora». Personalmente, explica, la situación no ha afectado a la creación. «Soy una persona que se mete en el estudio todas las tardes. Es cierto que soy un habitual en los concursos de pintura al aire libre y se pararon. En este aspecto es lo que pude notar más. Pero en el día a día he hecho lo mismo de siempre. No he dejado de trabajar y creo que no ha infludo en mi obra, aunque sí recuerdo pintar paisajes con mucha luz y parques llenos de gente que me han llevado a reflexionar qué felices éramos».
En este escenario de Estado de Alarma y confinamientos perimetrales le llegó el que es hasta ahora su último reconocimiento, el premio del XXXII Concurso Nacional de Pintura “Miguel González Sandoval”, que se suma a la Mención de Honor que recibió en este mismo certamen en 2019, el 2º premio en la XIII edición del Premio de Pintura Eduardo Ruíz-Golluri del Puerto de Santa María como distinciones más recientes.
La exposición es un oportunidad para disfrutar del arte, pasear por un escenario como el Palacio Marqués de San Adrián y encontrarse de nuevo con la obra de un pintor al que protagonizó su última exposición individual en Tudela en el año 1998.
[/ihc-hide-content]