Ecologistas en Acción de La Ribera lamenta el mal comienzo que está teniendo el proyecto del Corredor Verde en Tudela. Pensando que esta obra debe ser uno de los hechos más importantes en nuestra ciudad en sus últimas décadas, criticamos que no se haya abierto un proceso participativo entre diferentes instituciones, colectivos sociales y vecinos. Lejos de todo esto, ni siquiera el Equipo de Gobierno ha comunicado nada sobre los ejes fundamentales del proyecto.
Hemos visto en los medios de comunicación cómo se generaba cierta polémica sobre la adjudicación de la redacción del proyecto a las empresas más económicas, valorando proporcionalmente muy poco en el concurso la calidad de las propuestas y la capacitación de sus redactores en temas ambientales.
Y ahora que se está redactando el proyecto nos preocupa que no se haya establecido una mesa de trabajo donde definir necesidades y criterios de actuación, no vaya a ser que redactado el proyecto por la empresa contratada, desde Confederación Hidrográfica del Ebro o Gobierno de Navarra no se vean con buenos ojos ciertos aspectos del mismo, y haya que modificarlo, perdiendo tiempo y dinero.
Pensamos que el Equipo de Gobierno debería de haber comunicado algo a las asociaciones que como nosotros estamos colaborando en materia de urbanismo y medio ambiente con el Ayuntamiento de Tudela, aportando nuestra visión, y haciendo que el final de muchos proyectos sea más rico y participativo.
Desde nuestra entidad creemos que el Equipo de Gobierno vive en una realidad paralela, alejada de la sociedad, en concreto de los colectivos sociales. Empezamos a pensar que simplemente se nos llama o recurre a nosotros para justificar la participación cuando es obligatoria.
Pero la Participación es otra cosa, debe ser otra cosa. Participar es conocer las ideas y planes desde los primeros momentos, para poder aportar y confrontar cuando aún es posible. ¿Qué sentido tiene que se nos pida participación en el último momento cuando el proyecto ya esté redactado? Porque en ese momento final es mucho más difícil, sino imposible, poder corregir las cosas erróneas, detalles que pueden ser pequeños o importantes.
Al margen de la falta de participación, creemos que el proyecto debe atender a diferentes necesidades, que dudamos que se vayan a resolver sin haber establecido criterios medioambientales o de hidrogeomorfología. Muchas veces se comenta que Tudela vive de espaldas al río, y eso es en primer lugar porque no se sabe qué es un río, qué lo forma y cómo funciona.
Porque este Corredor Verde debe ser el nexo de unión entre la ciudad y el cauce del Ebro, permitiendo espacios naturales, donde está demostrado que la riqueza natural es mucho mayor que en un espacio ajardinado urbano (En un soto, incluso dentro de la ciudad puede existir hasta 3 veces más biodiversidad que en un jardín urbano). Tudela no necesita un simple paseo, un simple andador, necesita una obra cuidada desde sus inicios, que en primer lugar entienda que estamos de invitados en la llanura de inundación, y que ese terreno en realidad pertenece al Ebro.
El futuro Corredor Verde debe ser un espacio principalmente peatonal. Si el espacio lo permite, se debería contemplar la circulación de las bicicletas mediante carril bici, sin entrar en colisión con el peatón, y siempre respetándolo. Y debe ser también un pulmón para la ciudad. En este sentido, debemos tener muy presente el valor de los bosques de ribera, de los sotos. Tampoco se entendería que se utilizaran importantes diseños de ingeniería. A su vez, debe dar respuesta a las instalaciones que el Ayuntamiento tiene en el Paseo del Prado, tratando de enfocar las mismas hacia lo cultural, social, participativo y educativo. No desearíamos que el nuevo uso que se le dé sea foco de ruidos y contaminación. Que la terracización no avance en este espacio seminatural.
El futuro proyecto debe respetar construcciones fundamentales para la huerta, como la acequia de Mosquera, integrándola y poniéndola en valor. Si algo importante podemos sacar de esta terrible pandemia es lo importante de lo local, de nuestros huertos, de nuestras variedades propias. Pongamos también en valor los territorios históricos agrarios, para que las verduras no sean un simple eslogan.
Desde Ecologistas en Acción de La Ribera tendemos la mano al Ayuntamiento de Tudela para tratar de reconducir este mal comienzo. Y evitar que ese refrán de “lo que mal empieza, mal acaba” se cumpla y haga realidad.