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Recicleta Ribera ha propuesto el cierre al tráfico motorizado de la calle Gayarre para evitar peligros innecesarios a la comunidad educativa de los colegios Compañía de María y Elvira España y defiende que se liberen de coches los entornos escolares para permitir que los niños disfruten con seguridad de su camino de ida y vuelta al colegio.
Tras analizar el tráfico que afecta a la calle Gayarre, donde se ubican los colegios Compañía de María y Elvira España, la asociación concluye que el uso que hacen los vehículos de esta calle «supone un embudo en el momento en el que los niños entran y salen del colegio con el consecuente peligro que se ocasiona por masificación, maniobras indebidas, aparcamientos ilegales y zonas sin visibilidad».
La asociación, que aboga por una movilidad sostenible y segura en las calles de Tudela, recogió datos del tráfico de la calle Gayarre del 14 al 19 de diciembre, con unos datos que arrojaron que el 77,8% del total de los medios de transporte que circulan por esta vía a lo largo de la semana son turismos, el 11,3% furgonetas, el 4,7% motos, el 3% bicis y el 1,9% patinetes a los que se suman furgones policiales, vehículos de la brigada y servicios municipales etc. cuyo tránsito es de un 0,6%.
«Ese 77,8% suponen un total de 570 vehículos, de los cuales, el 63% usan la calle Gayarre en el horario de salida y entrada de los colegios de la zona provocando una alta concentración de coches y una alta concentración de menores en un espacio de tiempo muy reducido. En algunas jornadas se duplica e incluso se triplica el número de coches que pasan en esos momentos puntuales, con los de otros momentos del día como pueden ser la media mañana o la media tarde», advierte la asociación. «El porcentaje de vehículos que utilizan la calle Gayarre disminuye radicalmente cuando no hay clases, es decir, en sábado. Con lo cual podemos deducir que en esos horarios la mayoría de coches que pasan por ahí lo hacen exclusivamente para dejar o a recoger niños de esos colegios».
La asociación considera que «muchos niños son acompañados por sus padres al colegio no porque sean demasiado pequeños para ir solos, sino por el peligro que supone llegar hasta el centro. Si se cierra la calle al tráfico muchos niños y niñas podrían acudir solos al colegio consiguiendo una autonomía esencial en su desarrollo como personas».
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