[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]Un nuevo open daba comienzo este pasado fin de semana: Green Series Xco. 8 puntuables conforman este nuevo campeonato, en un año donde sacar adelante un evento así, no es nada fácil.
Erandio daba el pistoletazo de salida, en su mítico circuito, considerado como la Catedral del Mountain Bike de Euskadi. Con algunas variantes más técnicas en bajada y unas agónicas subidas, el trazado se convertía en un hueso duro para todos los bikers.
Para Tito Espada, tan sólo habiendo competido en dos pruebas anteriormente, la estrategia estaba clara. «Caras nuevas en la categoría y ser la primera del open, hacía que la parrilla fuera más numerosa de lo habitual. Un total de 25 máster 50, nos juntamos en parrilla a las 10 h de la mañana».
«De salida cojo cabeza pero sin apretar en exceso», explica Tito Espada, «esperando que algún rival me adelante, pero no se da el caso. Lidero la prueba hasta la primera zona técnica, donde cogemos a los últimos máster 40, que habían salido 40 segundos antes que nosotros. Se monta el caos para adelantar. Intento hacerlo con prudencia, más que nada para no tener averías, enganchones y demás. Llevamos 5 minutos de carrera y queda un mundo».
«Paso primero por meta en la primera de las 3 vueltas establecidas, pisándome los talones varios rivales. No quiero cebarme en exceso y luego pagarlo en las duras ascensiones. Por eso regulo y decido marcar un ritmo regular. Consigo poco a poco irme sólo, para pasar ya a la última vuelta con opciones de ganar. Pero a falta de media vuelta, giro la cabeza y veo soldado a mi rueda a Miguel Ángel Segurado, un hueso duro de Santander, que venía afilando el cuchillo. Intento respirar y ante todo no ponerme nervioso. Comenzamos una bajada técnica y es importante no cometer fallos. Adquiero unos metros de ventaja antes del duro y largo cuestón, que nos lleva a la parte alta del circuito. Alta cadencia de pedaleo y ritmo constante me hacen coronar con algunos segundos de ventaja, consiguiendo distanciar a mi rival. Es ahí cuando lo damos todo, bajamos dos piñones y hasta meta, consiguiendo entrar con una ventaja de 21 segundos sobre el 2º clasificado y algo más de un minuto de un incombustible Rubén Glera, el cual me puso contra las cuerdas la primera de las vueltas».
Bilbao será la siguiente cita, segunda puntuable, el próximo 11 de abril, «otro durísimo circuito».[/ihc-hide-content]