La lupa es una lente que, al ponerla sobre algo, hace que ese algo lo veamos con un tamaño mayor y más adecuado a nuestra vista. De esa manera, si se trata de un escrito, lo leemos con detalle y nos enteramos bien. Pero si la ponemos sobre algo que nos da miedo nos asustaremos mucho más. Pensemos en colocarla sobre una araña o una cucaracha, por ejemplo.
Pues bien, resulta evidente que los medios informativos, sobre todo las televisiones, actúan poniendo su metafórica lupa sobre la realidad y de ese modo nos mantienen informados, porque esa es su finalidad, conseguir que los ciudadanos se hagan una idea exacta de lo que ocurre. Pero para lograrlo hay que aplicar esta lente con ecuanimidad sobre todos los sucesos por igual, sean buenos o malos, positivos o negativos. Sin embargo, los medios optan cada vez más por colocar ese aumento lenticular sobre los hechos malos y negativos, excluyendo a los otros. En consecuencia, aquello de lo que nos informan- sea una explosión, atentado, accidente, guerra, robo, crimen o lo que sea-se nos presenta como cuando aumentamos el tamaño de un arácnido, y nos produce una evidente desazón, cuando no una inevitable angustia. Si junto a esa noticia hubiera otras positivas, el efecto negativo se compensaría, pero si no hay nada más, los ciudadanos quedamos impresionados. Así que, muchas veces, tras ver un telediario se nos encoge el ánimo y nos hacemos una idea no solo desagradable sino falsa de la realidad, por ser claramente incompleta.
Las televisiones han de aplicar su metafórica lupa sobre todos los sucesos por igual, buenos o malos, positivos o negativos
Claro que si tomamos un autobús o el metro, si vamos de tiendas o a un supermercado, nos sentamos en una terraza o vamos al parque con nuestros hijos o nietos, todo resulta más o menos tranquilo. Hasta es fácil escuchar algún “por favor”, o “muchas gracias” o “perdón” y cosas similares, pero es que los medios no pasean la lupa por esos ámbitos, sino que la aplican sobre todo lo que nos puede causar disgusto. Las televisiones se dirán: “hemos aumentado más catástrofes y con más detalles que la competencia” y asunto concluido, lo que significa que se han hecho adictas a lo violento e inmoral, y que no nos sirven para darnos una foto exacta de nuestro mundo.
Y mientras tanto, nosotros pensando que este mundo es una “m”, aunque no sea eso lo que comprobamos en la rutina de cada día. Pero como nosotros no llevamos lupa y los medios no la ponen donde tendrían que ponerla…