Deseo a todas/os lectoras/es un Feliz 2021, y que el nuevo año nos traiga aquello que más necesitamos cada uno, sobre todo salud. La estrella de las Navidades ha sido la película de Patty Jenkins (Monster) dirigiendo a los conocidos: Gal Gadot, Chris Pine, Robin Wright, junto a los nuevos Kristen Wiig, Pedro Pascal.
La historia arranca en la isla de Temiscira, allí una niña Diana, compite con otras amazonas en unas pruebas de destreza, y resistencia física. Damos un salto, y nos encontramos en la década de los 80, Diana (Gal Gadot), vive sola alejada de las heroicidades, trabajando en el museo arqueológico. Un día llega hasta allí una arqueóloga Bárbara/ Minerva (Kristen Wiig), una chica apocada que admira a Diana a nivel laboral, sentimental…
Por azar llega al museo una piedra con poderes divinos, que otorga un deseo a su poseedor. Max Lord (Pedro Pascal), presentador televisivo y coleccionista de antigüedades, al enterarse de que la piedra está en el museo, intentará apropiarse de ella, conquistando a Barbara. Desde ese momento, los sucesos se multiplican: Trevor, el novio muerto de Diana (Chris Pine) aparece en una fiesta, Bárbara pasa de ser el patito feo a estrella del museo, y Max Lord, al otro lado del globo, se adueña del petróleo de un jeque, sucediéndose las revueltas por medio mundo. Diana sospecha que la piedra ha sido utilizada con consecuencias funestas…
La nueva entrega refleja con acierto la época de los 80, donde el petróleo fue detonador de conflictos, el capitalismo junto a la fiebre consumista irrumpe a través de los centros comerciales (aquí actúa la heroína por primera vez). El mayor acierto del film es su inicio, donde la escalada de acción deja sin aliento. Finalizado esos minutos, la narración insiste en temas de su anterior entrega: el empoderamiento femenino, el deseo de alcanzar la felicidad, la soledad de la heroína. Sin embargo, al abandonar el puro espectáculo de superhéroes, por justificar las acciones de los antagonistas, y perderse en el romance, la narración chirria. Con un montaje menos alocado, un metraje más corto y explotando más la vena cómica del principio, todos habríamos ganado.
Gal Gadot ilumina la pantalla con su presencia, aunque se le ve más desenvuelta luciendo maravillosamente vestidos de fiesta que en su armadura a prueba de balas. A su lado, Kristen Wiig, le da la réplica perfecta. El resto de personajes, son meros comparsas de una saga que apunta a la tercera parte, si esperan a los créditos finales…
En definitiva, una nueva entrega de una mítica Diana, dispuesta a combatir a todos aquellos que por lograr sus deseos son capaces de destruir al de al lado. Y a mí que esto me suena…