Quedaban 3 días para Navidad, y ya se notaba en la decoración de las casas, los tejados se cubrieron de nieve y las luces de navidad. En la universidad de Pamplona, salía Itziar, la protagonista de esta historia.
-¡Ya he llegado!- gritó Itziar al entrar por la puerta del piso que compartía con sus dos amigos.
-¿Dónde habías estado? Te estaba esperando para comer, pero Ivan prefirió empezar sin ti y ….¡¡No me pude resistir!!- Dijo Leyre, que era una de sus grandes amigas. -Por cierto, ¿qué llevas ahí?- preguntó.
-Si me hubieras dejado hablar ya sabrías la causa de mi retraso- Dijo Itziar entre risas. -Había ido a por unos regalos para mis hermanos de San Sebastián, pero, al mirar el móvil, vi que a partir de hoy , ya no podríamos salir en 15 días.
Por eso abandoné mi idea. De camino a casa vi una tienda de antiguedades, cosa que sé que a Ivan le gusta mucho, con que, decidí entrar a por un regalo.-Aclaró Itziar.
-¿Y qué compraste?-repitió Leyre
-Ya que estemos confinados, prefiero esperar a mañana.-Respondió Itziar
-Pues menudo chasco…-Comentó Leyre decepcionada-
-Lo de esperar me parece buena idea.-Concluyó Ivan,otro de sus amigos.
Al día siguiente (Nochebuena) Los tres amigos despertaron con alegría e ilusión, juntos, empezaron a cantar villancicos mientras desayunaban churros con chocolate, los cuales, habían cocinado ellos, a su gato, Pívodi, se le veía feliz. Al anochecer ,empezaron a abrir los regalos, todos recibieron objetos que les gustaban, pero cuando Itziar les dio su regalo, quedaron sorprendidos, no entendían nada ¿porque su regalo sería una simple semilla?.
Itziar plantó esa semilla en una maceta colorida que había junto al sofá y sin entender nada la miraron perplejos.
-Es un semilla mágica- Aclaró Itziar sin dar muchos detalles
-¿Y que se supone que hace?- Pregunto Leyre tratando de comprender.
-Bueno, la verdad es que no es algo excepcional, pero, si la regamos y la cuidamos, mañana ya habrá crecido- Respondió Itziar
Interesado en lo que Itziar decía,Iván colocó una cámara frente a la planta.
-Así, podremos ver como la planta evoluciona- Comentó
Al fin, todos dormían, pero de repente, se oyó a alguien pedir ayuda.Itziar no le presto mucha atención, sin embargo, Leyre, si, y al poco de ver lo que ocurría fue en busca de la ayuda de su amiga.
-¡Itziar! ¡Hay plantas por todo, y tienen a Ivan enzarzado!¡Está en peligro!- Alarmó Leyre
Nada más oír esa palabra, Itziar reaccionó y corrieron a ayudarlo. Lastima,que no consiguieron vencer a aquella planta, y cuando Iban quedó inconsciente,y la planta les iba a dar el golpe final, Itziar despertó de aquello que resultó ser un sueño. Alegre, volvió al salón, donde vio la planta,color celeste, alumbrando la casa.
Nerea Martínez Sánchez 6º A
Una Navidad con COVID-19
En una humilde casa, a las afueras de Madrid, viven Sara y su familia. Sara es una chica de 14 años, soñadora y leal a sus ideas y pensamientos. Vive con su hermana pequeña, Ana, con sus padres, Diego y Laura, y con su abuelo Luis.
Desde hace unas semanas, Sara se siente muy triste porque su abuela Catalina está ingresada en el hospital con COVID-19. Su abuela tiene 69 años y lleva tiempo padeciendo problemas de vesícula.
Faltan pocos días para Navidad y Sara no puede hacer nada por su abuela. Al estar enferma con un virus tan contagioso no puede visitarla al hospital, y sin su abuela, esta Navidad no será como las demás.
— “Sin su deliciosa tarta de manzana y su entrañable sonrisa, nada será igual.” Se dice Sara a sí misma una y otra vez. Ella sabe que tiene que haber alguna manera de poder pasar la Navidad con su abuela. Después de pensarlo mucho, tiene una gran idea. Hace varios días, vio en la televisión un anuncio de una plataforma elevadora para realizar trabajos en diferentes alturas. Así que se le ocurre que puede subir con la plataforma elevadora desde la calle hasta la habitación del hospital de su abuela, para verla a través de la ventana.
Al día siguiente, Sara le cuenta la idea a sus padres, y a éstos, les parece bien; pero hay un pequeño problema: su familia a penas tiene dinero para salir adelante, son tiempos difíciles, y alquilar una plataforma cuesta 125 €, un dinero que no se pueden permitir.
Sin embargo, en vez de quedarse de brazos cruzados, Sara se pone manos a la obra y busca un trabajo para poder pagar el alquiler de la plataforma elevadora; pero esto no resulta tarea fácil para una chica de 14 años. Cuando parece que todo está perdido, Sara se acuerda de que su tía Marta tiene un bar, y aunque ella tampoco está pasando por su mejor momento en el negocio, Sara se pone a trabajar con ella descargando cajas, barriendo el suelo y limpiando la cafetera.
Le cuesta trabajo, le resulta muy duro, pero lo consigue, y en poco más de una semana gana los 125 € que necesitaba. ¡Misión cumplida! Al día siguiente, alquila la plataforma elevadora en un taller cerca de su casa. Llega la noche del 24 de diciembre, Noche Buena, y Sara y su familia pasan tiempo con su abuela desde la ventana. Cuando su abuela ve a su familia, no puede evitar llorar de emoción. Entonces, al verla llorar, a su familia le ocurre lo mismo.
Pasan los días y, en Noche Vieja, suben de nuevo a la plataforma elevadora para tomar las uvas con su abuela, que ya se encuentra mejor; y ya en la noche del 5 de enero, Día de Reyes, Catalina vuelve recuperada a casa para estar junto a su familia. Ella y Sara preparan una fantástica tarta de manzana como postre para la cena, mientras el abuelo Luis cuenta sus historias de juventud. La emoción que tiene Sara de haberlo conseguido es fantástica, porque gracias a su esfuerzo y duro trabajo, ha podido pasar con su abuela, una vez más, esta diferente, complicada y especialmente vírica Navidad.
Daniela Aranaz Lorente (6º B)
Una misión: Salvavidas
Había una vez cinco mejores amigos llamados: Aroa, Sofía, Oier, Matteo y Mattias.
Un día en el parque Aroa estaba haciendo un Tik-Tok con Sofía. Entonces cuando estaban bailando a Aroa se le cayó una moneda de dos euros de su bolsillo. Todos intentaron cogerla pero rodó hasta caer en una alcantarilla. Mattias y Matteo lograron abrir la alcantarilla y Oier pudo sacar la moneda. Cuando Mattias y Matteo estaban a punto de cerrar la alcantarilla Oier encontró un tipo de libreta que estaba entre el barro, basura etc…¡Era la cura del Coronavirus! En el año 2020 el mundo entero estaba en tiempos de cuarentena por el covid-19.¡Pero nada impediría a este grupo de amigos a adentrarse en una gran aventura! Lo malo era que el covid-19 era letal para algunas personas como los ancianos y personas con otros problemas de salud. ¡Además se transmitía súper rápido! Cuando abrieron la libreta lo primero que se podía leer era una fecha. El 25/12/20 que era el día de navidad. Todos esperaron ese día tan especial. Cuando llegó el día todos se reunieron y empezaron a leer los ingredientes para una poción contra el Coronavirus: Ojo de araña, pelo de jaguar, escama de piraña y hojas de la planta carnívora más grande del Amazonas.
Los cinco amigos se pusieron en marcha hacia el Amazonas. Primero fueron a por la escama de piraña. Cuando la estaban buscando de repente una piraña mordió a Matteo y le cogieron la escama. Después de eso al día siguiente fueron a buscar una araña pero a Mattias le molestaba el calzoncillo así que miro y…Era una araña que se le había metido a Mattias mientras dormía. Cuando iban a irse una planta carnívora gigante casi llega a comerse a Sofía pero no pudo porque Aroa le pegó una patada. Después de esa pequeña aventura volvieron a Tudela y…¡Estaba nevando! Cuando Aroa llegó a su casa sus padres le advirtieron de que un jaguar andaba suelto por la ciudad. Aroa advirtió a los demás y juntos se fueron a enfrentar al jaguar. Sofía trajo una pistola de dardos tranquilizantes y le disparó. El jaguar se durmió y le quitaron un pelo después lo devolvieron al zoo. Al día siguiente, todos fueron al parque y prepararon la pócima. Después se la bebieron y se volvieron inmunes al Covid-19 y a cada persona que tocaban también se volvía inmune.
Al final toda la población del mundo se volvió inmune y el Coronavirus desapareció de la faz de la tierra. Todo volvió a la normalidad. ¡Nada de mascarillas! ¡FUERA restricciones! ¡nada de nada! porque el Covid-19 había desaparecido.
Mattias Marcos Azamfire 6ºC