Inicio Tudela “Al donar sangre, con muy poco esfuerzo, puedes salvar una vida”

“Al donar sangre, con muy poco esfuerzo, puedes salvar una vida”

Francisco Javier Díez, Antonio Sas, José Fermín Sánchez, Laura Peláez, y Alfonso del Álamo, delegado de Adona de Tudela y la Ribera. Donantes de sangre
Francisco Javier Díez, Antonio Sas, José Fermín Sánchez, Laura Peláez, y Alfonso del Álamo, delegado de Adona de Tudela y la Ribera
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La Navidad también es tiempo de solidaridad. Eso lo saben muy bien los donantes de sangre que, a lo largo de este difícil año, han continuado con su compromiso altruista. Un ejemplo de este compromiso, son Antonio Sas Salas, Francisco Javier Díez Vidorreta, José Fermín Sánchez Morón, y Laura Peláez.

Antonio Sas comenzó a donar en el 87. Este año, ha recibido la Insignia de Oro Triple por superar las 150 donaciones, toda una vida dedicada a ayudar a los demás. “Me viene de familia. Mi padre recibió la medalla de oro en su momento y fue diploma de oro de España, y siempre lo solía acompañar a donar. Al principio me daba pereza venir hasta aquí, hasta que pensé que era el momento, vine y empecé a donar. Y desde entonces. Cuando te acostumbras ya no supone un esfuerzo”.

Antonio tiene muy clara su motivación: “Es sencillo: con muy poco esfuerzo puedes salvar una vida. Yo trabajo en el hospital, en sanidad, con lo cual no sentí miedo con el tema de la pandemia. Simplemente hay que tomar las precauciones debidas, no hay más riesgo que en otros momentos”.

Por su parte, Francisco Javier Díez Vidorreta es este año Insignia de Oro Doble por superar las 100 donaciones. : “Quería empezar a donar antes de cumplir los 18, pero tuve que esperar a la edad reglamentaria”.

Francisco Javier asegura tenerlo claro desde muy joven: “Fue a raíz de una campaña que hicieron en la empresa en la que trabajaba. Me acuerdo que había bastantes donantes y eso me hizo planteármelo a mí también. Y sido desde entonces”.

Este veterano de la donación asegura que seguirá en activo hasta que le respete la salud “y los médicos me lo aconsejen. Nunca he tenido ningún problema de ninguna clase. Solo he interrumpido las donaciones alguna vez por algún pequeño catarros o cosas así”.
Entre las motivaciones que le han llevado a donar su sangre está el poder ayudar a alguien que verdaderamente lo necesita: “Siempre hemos oído que la sangre no se puede fabricar en un laboratorio. Y creo que como personas nos debemos ayudar unos a otros. Si con lo que hago he podido ayudar a una sola persona, me doy por satisfecho. La sangre es necesaria en todas las épocas: en puentes, vacaciones, Navidades,… Las fiestas en las que hay tanto riesgo… Hay que colaborar”.

José Fermín Sánchez empezó con 36 años “porque me trajo mi madre, que era donante, y desde entonces hasta ahora”. Este año, ha recibido también la Insignia de Oro Doble. José Fermín trabaja como camionero y, ser testigo de los peligros de la carretera, le hizo concienciarse. “Yo tenía que venir siempre los primeros sábados de mes porque el resto de días estaba fuera. Pero es cuestión de organizarse. Estuve dos años parado por dos operaciones, pero en cuanto la salud me lo ha permitido, he vuelto. Ahora, a pesar de la pandemia tampoco dejamos de donar. No cuesta nada, es un momento y hay seguridad. La doble medalla de oro es una satisfacción, pero es lo de menos, vienes por ayudar”.
“A la gente joven le diría que se animen y vengan”, comenta. “No cuesta nada, te atienden muy bien, y puedes salvar muchas vidas”.

En cuanto a Laura, savia joven para el colectivo, ella se hizo donante cuando terminó la universidad. “Me planteé alguna forma de colaborar con la sociedad, y vi que la donación es algo que cuesta poco esfuerzo y con lo que puedes ayudar a muchas personas”.

26Laura tiene varios familiares tanto donantes de sangre como de órganos, lo que la animó. “Tienes que buscar el momentos, el día que encaje en tu agenda, pero al final son 20 minutos, estás en un sitio agradable, con gente que te trata muy bien… Es una satisfacción personal muy gratificante. Todo lo que sea ayudar, adelante. Todos podemos necesitar sangre. Es un pequeño esfuerzo y puede suponer mucho”.

Por su parte, el delegado de Adona en la Ribera Alfonso del Álamo, se muestra muy satisfecho por la evolución de este año: “las donaciones cayeron mucho con la pandemia, pero después, la gente se ha volcado y vamos a terminar el año muy bien. Quiero agradecérselo muchísimo a todos los donantes y felicitarles la Navidad”.