Irune García, concejal de Comercio del Ayuntamiento de Tudela, afronta este final de año con la mirada puesta en 2021 y la esperanza en que la sociedad podrá poner punto y final a la pandemia que ha condicionado nuestras vidas.
La edil reconoce que 2020 ha sido duro, un año en el que confiaba poner en marcha muchas de las ideas con las que llegó al gobierno municipal en junio de 2019 y que se han visto truncadas por la crisis sanitaria. «Nadie esperaba verse en esta situación y a nivel político lo último que nos podíamos esperar es tener que lidiar con una pandemia a nivel mundial». Como responsable de algunos de los sectores más tocados por la pandemia, como Comercio y Hostelería, reconoce que desde el ayuntamiento se ha tratado de hacer todo lo posible para minimizar su impacto, «pero por muchas ayudas que se dispongan somos conscientes de que no vamos a poder equipararlas al impacto que se ha generado. Me ha tocado estar en contacto con mucha gente que lo está pasando pasando mal en esta situación tan complicada y ójala pudiéramos hacer muchísimo más de lo que de lo que hacemos».
Apoyo a los sectores económicos
De cualquier modo, explica García, el ayuntamiento de Tudela no va a dejar de empujar y apoyar aquellas propuestas que ayuden a estos sectores de la capital ribera. En un primer momento se establecieron 450.000 euros de ayudas a autónomos y se anuló la tasa de ocupación de terrazas. A comienzos de este mes de diciembre se ha apoyado al comercio con 25.000 euros para fomentar el consumo local premiando con bonos de 1.000 euros a los clientes que apuestan por comprar en Tudela, se han habilitado nuevas plazas de aparcamiento gratuito en el centro de la ciudad y se ha planteado al sector la posibilidad de sumarse a una iniciativa para apostar por la venta online «algo que se veía como el futuro pero que la pandemia nos ha dejado claro que ya es el presente», destaca.
Mas iluminación navideña
Para acompañar al comercio y la hostelería en la importante campaña de Navidad, este año se ha hecho hincapié en la mejora de la imagen de la ciudad a través de su decoración navideña. «Una ciudad iluminada es una ciudad en más bonita y más agradable. Es una realidad. En las ciudades se invierte en iluminación navideña porque hay una repercusión económica directa positiva para los sectores económicos. Unas calles iluminadas invitan a salir a pasear, a que más gente venga a visitar la ciudad… y los comercios necesitan que pase gente por sus escaparates porque aumenta la probabilidad de que la gente entre y compre», asegura García.
El apoyo al comercio y la hostelería no se acabará con el año. El ayuntamiento, avanza la concejal de Comercio, quiere seguir acompañando a estos sectores a lo largo de 2021 y prepara la que será la principal medida de apoyo dirigida de manera específica al sector para los meses de febrero y marzo, con una iniciativa, explica, que pretende generar un movimiento económico que alcance los 500.000 euros a través de bonos que el consumidor podrá aprovechar en la hostelería y el comercio local, «una iniciativa que vamos a concretar con todos ellos para asegurarnos de que sea un éxito».
Para lograrlo, reconoce, será fundamental nuestro compromiso como ciudadanos. «Tenemos que ser responsables de nuestros actos, por un lado y eso es evidente, para mejorar las cifras sanitarias, y por el otro, con nuestro propio entorno. Quién no tiene un amigo con un negocio, un primo que trabaja en un bar, una amiga que trabaja en una tienda de ropa, o un familiar que sea propietario de un negocio. Nos toca pensar en la gente que tenemos a nuestro alrededor y saber que comprar en nuestra ciudad es ayudar a que haya una mejor economía, que los negocios sigan adelante con sus puertas abiertas. Cuanto más gastamos en nuestra ciudad, más rica es nuestra ciudad. Seamos generosos. Vamos a pensar en el vecino de la puerta de al lado y no mirar hacía otro lado».