AEHN primeros auxilios Tudela
Desfibrilador automático en el colegio de enfermería de Tudela
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La Junta de Gobierno del ayuntamiento de Tudela ha aprobado la contratación mediante arrendamiento de 17 desfibriladores semiautomáticos con un importe de licitación anual máximo de 17.847,50 € y una duración de 4 años.

El contrato incluye la renovación y el mantenimiento de los 13 desfibriladores ya existentes y la colocación de cuatro nuevos. Dos de ellos se colocarán en el exterior del Teatro Gaztambide y Estación de autobuses, de manera que sean accesibles para la ciudadanía las 24 horas del día. Otro se ubicará en el interior de la Escuela de Música y Conservatorio Fernando Remacha y, por último, el cuarto irá destinado a un vehículo de la Policía Local.

Se trata, tal y como ha afirmado la responsable de la concejalía de Sanidad Erika Navarro, de continuar con la apuesta del Ayuntamiento por crear entornos seguros y cardioprotegidos, «con el objetivo de mejorar las condiciones de salud y la expectativa de vida de nuestra población, disminuyendo la potencial mortalidad asociada a la parada cardiaca extra – hospitalaria para seguir avanzando en la instauración de un sistema integral que haga de Tudela un municipio ejemplar en cuanto a medios para hacer frente a la muerte súbita por causa cardiaca».

Tudela cuenta en la actualidad con una red de más de 70 desfibriladores y desde 2016 cuenta con la certificación de “Ciudad por la Cardioprotección”, concedida por la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST).

Formación del personal

De forma complementaria a la instalación de estos desfibriladores, la licitación incluye la formación al personal municipal «pero no nos conformamos con eso y dentro del proyecto de Tudela saludable desde la concejalía de Sanidad se va a formular formación a la ciudadanía en general entorno a esos DESA durante todo el año 2021. Una parada cardiaca nunca se sabe dónde va a ocurrir, por eso es tan importante dotar a la población de conocimientos para poder ayudar y enfrentarse a ella. Cuantos más ciudadanos sepan cómo hacer una reanimación cardiopulmonar, más vidas se podrán salvar y con mejor calidad”.

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