Oscar Bea, alcalde de Cintruénigo, Joaquin Pérez, concejal, Jesús Mari Rodríguez, DG de Administración Local y Despoblación, el Consejero Bernardo Ciriza, Gregorio Berrozpe, director de proyectos y obras de NILSA y Fernando Mendoza, gerente de NILSA.
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La depuradora de Cintruénigo triplicará su capacidad gracias a las obras de ampliación que dieron comienzo el pasado 1 de septiembre. La actuación permitirá a la planta, que actualmente puede llegar a tratar 80 litros por segundo, gestionar hasta los 250 litros por segundo en momentos de episodios de agua inesperados, como fuertes tormentas.

El consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, ha visitado los trabajos que se están desarrollando en la instalación. A la visita también han acudido el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús María Rodríguez; el gerente de NILSA, Fernando Mendoza; y el alcalde de Cintruénigo, Oscar Bea.

El proyecto contempla la construcción de un humedal artificial de 4.000 metros cuadrados que actuará como un elemento de refuerzo de la actual línea de tratamiento de las aguas residuales y servirá para retener caudales extraordinarios de agua sin que lleguen al río sin depurar. Para ello, se instalará un conducto en el canal de entrada de las aguas residuales a la depuradora, que conducirá directamente al humedal el caudal que la planta no pueda admitir en momentos puntuales como tormentas, riadas y episodios de fuertes avenidas de agua en general.

Este conducto, construido en hormigón armado, tendrá en su interior un sistema de recogida de piedras y gravas y se ubicará junto al río en un punto posterior a la unificación de los dos ramales principales que recogen las aguas de la localidad. El actual aliviadero en la entrada de la depuradora será eliminado.

Las obras han sido promovidas por la sociedad pública NILSA, adscrita al Departamento de Cohesión Territorial y responsable del saneamiento y depuración de las aguas. El coste previsto es de 505.137,53 euros, que serán íntegramente financiados con el canon de saneamiento que esta entidad gestiona y que la ciudadanía de Navarra paga a través del recibo del agua. Las obras se prolongarán a lo largo de los próximos 4 meses.

Podrá tratar un caudal máximo de 250 litros por segundo

La instalación, inaugurada en 1996, vierte el caudal tratado al río Alhama, una de las cuencas más sensibles medioambientalmente de la Comunidad Foral, lo que obliga a extremar los tratamientos y a adoptar medidas de seguridad que minimicen los impactos en el cauce durante posibles emergencias.

Una vez finalicen las obras, la depuradora podrá tratar un caudal medio estimado en 22 litros por segundo (1.900 m³/día), siendo el máximo admisible los 250 litros por segundo (21.600 m3/día). El caudal que se ha considerado en momentos de fuertes avenidas de agua, como por ejemplo por episodios de lluvias torrenciales o tormentas, es de 47 litros por segundo, por lo que existe margen para que la planta pueda asumir aumentos de caudal futuros sin necesidad de nuevas remodelaciones ni inversiones.

En cuanto al futuro mantenimiento de la instalación, será un equipo de dos personas del servicio de operación de NILSA la que realizará una visita semanal en la que se supervise las entradas y salidas del humedal, la zona de tamices, la calidad del vertido y el caudalímetro, al mismo tiempo que retire residuos, malezas, etc.

La depuradora de Cintruénigo es una de las más de medio millar de instalaciones dependientes de NILSA, empresa pública adscrita al Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra y responsable del saneamiento. En Navarra existen más de 160 depuradoras construidas a lo largo de 31 años, lo que supone que las más antiguas, como la de Cintruénigo, requieran reformas parciales o totales.

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