La Comparsa de Gigantes de Cascante vive estos días con la lógica pena no poder salir a la calle con sus bailes para animar las fiestas al resto de vecinos. “Como mucha gente hemos vivido todo el confinamiento y la suspensión de todas nuestras fiestas con pena. Si formas parte de un colectivo como la comparsa de gigantes es porque te gusta la fiesta y da pena. Pena por los gigantes, por los gaiteros, por las orquestas… pero es lo que nos toca afrontar y toca comportarse con responsabilidad”, señala Susana Pérez Rosano, miembro del colectivo.
Los componentes de la Comparse de Gigantes de Cascante hacen un llamamiento especial a los más jóvenes de la localidad para que demuestren su sentido de la responsabilidad y compromiso con el resto de vecinos. “Sé que para ellos va a ser difícil. Todos hemos tenido 18 años y sabemos los que cuesta. Hay que hacer un esfuerzo y olvidarse, pensar que esto es un aplazamiento y, el año que viene, seguro que los disfrutamos el doble”, indica Susana, que, como muchos cascantinos este año se quedará con la duda de si el cambio de fechas previsto para la celebración de los festejos ha sido o no un acierto. “Esperamos que, de cara al próximo año, se mantenga este cambio de fechas y poder probar a ver como resultan. Personalmente creo que era un acierto porque a nosotros como colectivo el inicio del colegio nos afectaba bastante”.
