La Congregación de Santa Ana mantendrá los actos religiosos en honor a la patrona de la ciudad cumpliendo con la normativa de distanciamiento y aforos vigentes durante el mes de julio así como las fechas que coinciden con la celebración de la Novena y el 26 de julio.
El director de la congregación, el religioso tudelano Javier López Bailo, entiende que estos actos tendrán un carácter muy especial este año, “después de las situaciones tan duras que hemos vivido, en las que muchas familias no han podido acompañar a sus seres queridos en el último momento y en los que muchos solo han podido despedirse de una caja en el cementerio o el crematorio. Es algo que no se nos puede olvidar aunque hayamos tenido la fortuna de no vivirlo de cerca”, recuerda López Bailo.
El religioso reconoce que en la Congregación de Santa Ana todavía queda el poso de la tristeza por las situaciones que se han vivido y que han paralizado al mundo. “Sabemos que las fiestas son algo desbordante para la vida de la ciudad pero no nos queda otra que seguir siendo cautos. Será triste que Santa Ana no salga a las calles el día de su procesión, que no haya encuentro con Santa Ana la Vieja, que no haya flores en la ofrenda que con tanto cariño prepara La Teba”, reconoce. “Estamos tristes, primero por tantos que han fallecido en la ciudad, pero también por esas personas que no han tenido ingresos en casa, que apenas pueden mantener a sus hijos y que comienzan a provocar situaciones dolorosas en las que la Iglesia debe de estar a su lado”.
Por ello, asegura, “la gran noticia es que desde el día 1 de julio, Santa Ana está entronizada en el altar mayor y que las puertas de la catedral estarán abiertas durante todo el mes para que toda la gente que quiera acuda a rezarle, darle gracias y a visitar a la Abuela”.
“Será triste que Santa Ana no salga a las calles el día de su procesión”, por Javier López Bailo
“Hay tristeza por una situación que ha paralizado al mundo y que no debemos olvidar”, indica desde la Congregación de Santa Ana