El conjunto histórico artístico de Corella, su patrimonio industrial ligado al sector vitivinícola, su entorno medioambiental y su gastronomía convierten a Corella en un destino obligado en la visita a la Ribera de Navarra.
La ciudad cuenta con una amplia oferta turística asentada sobre el legado barroco. No obstante, explican Pilar Pérez Gil, concejal de Turismo, e Inma de la Torre, técnica de Cultura, el ayuntamiento ha comenzado a replantear su estrategia poniendo en valor todos los recursos de la ciudad, creando nuevas rutas y productos turísticos, ampliando así una oferta que dará a conocer a través de la web municipal.
Paseando por Corella
Adentrarnos en la ciudad a través de la ruta Hidalga y Barroca es la mejor manera de descubrir Corella. Los vestigios del Palacio de Corella o Casa de los Peralta, una edificiación del S. XV, marcan el inicio de la mencionada y pintoresca ruta. En la misma plaza nos encontramos con la Casa de los Sesma o Casa de las Cadenas, un gran edificio señorial que alojó al monarca Felipe V, su esposa María Luisa Gabriela de Saboya, al príncipe Luis y la corte real en el año 1711.
El callejeo por el casco histórico nos obliga a mantenernos atentos para no perdernos detalles como la portada pétrea lateral de la Casa de los Marquina. Siguiendo por la calle San Miguel, girando hacia la calle de los Caballeros, llegamos a la Casa de los Escudero, edificio del S. XVII, para terminar encontrando la Casa de los Arrese, por la que anteriormente pasaron los linajes de los Peralta, Sesma y Arteta.
Frente a la parroquia de San Miguel, encontramos una pequeña casa cuya fachada nos recuerda que en ella pasó parte de su infancia el escritor, periodista y político Mariano José de Larra. El recorrido continúa por la Casa de los Alonso, otro de los ejemplos de arquitectura civil del S. XVIII.
En la calle de la Reja se levanta la Casa de los Alonso Sáenz, resultado de la unión de dos edificios que realizó José Lizaso, un importante comerciante de la localidad, y de la que resultó una espectacular edificación. Anexa a ésta nos encontramos con el Ayuntamiento, ubicado en un edificio de especial singularidad arquitectónica y que da paso a parte final de un recorrido en el que se sobresale la casa de los Marqueses de Bajamar, levantada a finales del S. XVII.
Saliendo de la plaza de España por su parte este, por la calle Losada, aparece el edificio de los Sopranis, uno de los ejemplos más singulares y pintorescos de la arquitectura corellana. En la calle Emilio Malumbres destaca la Casa de los Gorraiz de Beaumont, y la impresionante Casa de los Virto de Vera, de mediados del siglo XVIII, en la plaza de los Fueros. En la calle Mayor encontramos la Casa de los Goñi, la Casa de los Miñano con la arcada de su ático y la portada pétrea de la Casa de los San Juan. En la calle de la Cruz, la casa de los Miñano con su curiosa decoración geométrica cierran un recorrido que permite al visitante descubrir la importancia y riqueza de la que gozó la localidad siglos atrás.
El barroco en su máxima expresión
En nuestra visita a Corella no podemos dejar pasar la oportunidad de visitar sus iglesias y conventos donde el barroco se expresa en toda su dimensión.
No podemos perdernos la visita a la Parroquia de San Miguel, en origen gótica del S. XV pero decorada en estilo Barroco y Rococó y especialmente querida pro los corellanos por acoger la imagen del patrón de la localidad, San Miguel.
También merecen nuestro tiempo la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario, el convento de las Benedictinas, que acoge la colección del Museo de Arte Sacro de la Fundación Arrese, el conjunto conventual de la Merced actual sede de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Corella, y los conventos manieristas de los Carmelitas, dedicado a la Virgen del Carmen, y de las Carmelitas, dedicado a Ntra. Sra. de Araceli.
Antes de marcharnos de Corella hay que acercarse hasta la Basílica del Villar, edificada en el X. XVI y redecorada el pasado S. XX donde se venera a la patrona de la localidad en un bonito entorno natural.
Para facilitar la visita, Corella cuenta con una asociación de guías turísticos con los que se puede contactar a través de su web y que adentran al visitante en el rico patrimonio de la ciudad y la apasionante historia de los influyentes personajes que la poblaron.
Potencial para seguir creciendo en el futuro
Yacimientos, bodegas y patrimonio industrial y medioambiental
Además de sus iglesias y edificios, Corella cuenta con un enorme potencial para continuar creciendo en el ámbito turístico y el ayuntamiento de la localidad trabaja para poner en valor yacimientos arqueológicos como el Plantío, Araciel y la Torrecilla o las ruinas del castillo medieval de la calle Conejera.
Para dar continuidad al esplendor de la era Moderna, también se apuesta por la Corella más contemporánea, con aspectos vinculados a su patrimonio industrial del que dan testimonio las chimeneas de sus alcoholeras, las bodegas o el edificio de su Plaza de Toros, de mediados del S. XIX, siendo de las más antiguas de Navarra y que deja testimonio de la afición taurina que ha existido en de la ciudad.
Si nuestra estancia da para más, no debemos dejar de pasar la oportunidad de pasear por los parajes de las Estanca y la Estanquilla, las huertas donde se cría el cardo rojo, uno de las referencias de la gastronomía corellana, o el Paseo del Alhama que nos lleva hasta las vecinas localidades de Cintruénigo y Fitero disfrutando de la gran biodiversidad que se da en el entorno del río.
“Queremos que el turismo tenga una oferta dónde alojarse”
Los planes de Corella para mejorar su oferta turística tienen como gran reto conservar su rico patrimonio arquitectónico. “Además de enseñar debemos conservar, ya que de nada nos vale promocionar y difundir algo que no se conserva. Este es el gran reto que nos estamos planteando”, reconocen la técnica de Cultura y la concejal responsable del área, ya que se trata en la mayor parte de los casos de inmuebles de titularidad privada.
Otro de los proyectos en los que trabaja el ayuntamiento es liderar una oferta de apartamentos turísticos que permitan al visitante no solo pasear por la ciudad sino también tener un lugar atractivo en el que alojarse en el casco histórico, un proyecto para el que busca la implicación de propietarios particulares dispuestos a rehabilitar sus inmuebles con este fin.
Otro proyecto turístico es la señalización mediante códigos QR de los edificios más emblemáticos de la localidad, para que aquellos turistas que prefieren recorrer la ciudad a su aire puedan adentrarse de un modo fácil y sencillo en los detalles que llamen su atención.
“Corella es una ciudad históricamente sorprendente, no solo por sus edificios, también por la cantidad de influyentes personajes que han vivido en ella. En esta época en la que parece que nos moveremos cerca Corella es un destino que merece la pena descubrir”, asegura la concejal de Turismo, Pilar Pérez Gil.