Un nuevo cine europeo, preocupado por fomentar el aprecio por la naturaleza, por los animales, y por el entorno que heredarán las futuras generaciones, va ganando adeptos. En esta línea va el trabajo de la directora Sharon von Wietersheim, inspirado en la serie alemana Immenholf, donde una familia se dedicaba a la cría de caballos. Ahora, la realizadora de Workaholic, narra la historia de tres hermanas que intentan mantener el negocio heredado de su padre fallecido, campeón olímpico, ante el acoso de otro propietario de caballos. El film está protagonizado por: Leia Hotwick, Laura Berlin, Moritz Bäckerling, Max Von Thun. El film está disponible en: salavirtualdecine.com, Movistar+.
Estamos en la granja de tres hermanas huérfanas: Charly la mayor (Laura Berlin), Lou (Leia Holtwick) y Emmi la más pequeña (Ela Päffgen), desean continuar con la cría de caballos en Immenholf. Sin embargo, el negocio acumula deudas, y va a ser amenazado por la llegada de otro criador de caballos, Lauterbach (Jochen Mallinckroth), el cual quiere hacerse con la granja, y no ésta dispuesto a que otro caballo eclipse al purasangre Cagliotro.
Las hermanas tendrán que luchar contra los deseos de Lauterbach. Además, por la zona se encuentra un youtuber Viktor (Max Von Thun), que no va ayudar precisamente. Será Lou, con la sensibilidad y tacto con los caballos, heredado de su padre, la que se esfuerce porque su yegua Holly compita contra el caballo de Lauterbach. Lou contará con la ayuda de Leon (Moritz Bäckerling), ya que sus hermanas están a punto de darse por vencidas.
La directora de Juntos, pero no revueltos presenta la lucha contra las adversidades de estás jóvenes, encarnada en el personaje de Lou que ejerce también como narradora. En el guion encontramos una mezcla de romanticismo, algunos toques de comedia, y una muestra del curioso mundo de la cría de caballos de carreras con imágenes espectaculares. Es cierto que el desenlace es previsible, y que la trama no ofrece complejidades, como sucedía en la estupenda The Mustang en la que al convicto Matthias Schoenaerts, le ofrecían conmutar la pena a cambio de entrenar a Mustang (caballos salvajes). En ambos films, el objetivo es demostrar la sintonía que puede existir entre el ser humano y los animales.
El protagonismo del film recae en Leia Holthwick, la cual encarna de modo brillante su papel. Las hermanas mantienen un buen tono general, y los personajes masculinos están en un alejado y premeditado segundo plano.
En definitiva, un film sin pretensiones, que da lo que ofrece desde el inicio e incita a cultivar los valores del respeto por la naturaleza y por los animales que la habitan.
