El hotelero tudelano Carlos Bueno ha regalado casi 1.000 estancias de una noche en el Hotel Aire de Bardenas a médicos y enfermeras de todo España en un gesto con el que ha querido agradecerles que estén ahí, «dando la cara y jugándosela en muchos casos con medios incluso tercermundistas», ha explicado.
Al igual que el resto de instalaciones del país, Bueno tuvo que cerrar las puertas del hotel Aire de Bardenas con la declaración del estado de alarma, algo que ha dejado al sector en una situación que reconoce será complicada. «Si no se evita de algún modo esto será una catástrofe y lo mas grave es que no sabemos cuándo vamos a salir de esto. Al turismo le va a afectar durante meses», vaticina.
Pese a todo, ver el trabajo y el día a día que están afrontando los sanitarios de todo el país le llevó pensar en el modo y manera con el que podía colaborar con ellos. La respuesta la encontró en su propio hotel. Nada mejor que poner a disposición de los médicos enfermeras el innovador proyecto hotelero que impulsó hace poco más de una década en un entorno rural a las afueras de Tudela y que ha sido reconocido con diversos premios por su atrevida apuesta arquitectónica y su propuesta como experiencia turística.
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Lanzó su propuesta el sábado por la mañana y el domingo ya se habían completado las cerca de 1.000 noches disponibles en sus habitaciones cubo y burbujas para los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de domingo a jueves. La respuesta, reconoce con satisfacción, «ha sido brutal. Hemos llenado en apenas un día. El 99,9% son profesionales de toda España, pero hay alguno incluso de Inglaterra y Francia».
Las reservas, explica Bueno, se han confirmado por orden del llegada. Los profesionales tan solo debían aportar su número de colegiado y los datos habituales a la hora de formalizar una reserva. «Estamos muy satisfechos de la respuesta que ha tenido la iniciativa y de poder aportar algo en esta situación. No pensábamos que íbamos a recibir tal avalancha, ya que ha habido mucha gente que se ha quedado fuera porque ya no cabían más. Hemos estado 7 personas teletrabajando todo el día para dar respuesta a las peticiones. Ahora nos queda el ardúo trabajo de ordenar todas las reservas», comenta satisfecho.
El hotelero tudelano espera ahora la llegada de septiembre, mes en el que podrá devolver a los sanitarios el trabajo y dedicación que prestan estos complicados días. «Confiamos en que puedan disfrutarlo entonces y si no iremos aplazando la propuesta. Como decía mi abuela los prometido es deuda», concluye.