Almudena San Lorenzo en la cafetería Tres Delicias de Tudela
Almudena San Lorenzo
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Almudena San Lorenzo abre a diario la panadería Tres Delicias de Tudela en la Avenida de Argentina. El bullicioso local, lleno en días de entrenamiento de deportistas del C.D. Tudelano, del Ribera Navarra de Fútbol Sala, y de muchas personas que se acercan al Palacio de Justicia de la capital ribera, permanece estos días recogido y ordenado.

La panadería Tres Delicias de Tudela abre a diario para ofrecer venta de pan

Almudena solo abre para ofrecer el servicio de pan y algún café que piden los clientes para llevar. «Normalmente estamos tres personas. Ahora solo estoy yo. Mis compañeras no vienen. Damos pan, bollería y café para llevar. Cada día es una incertidumbre, no sabes cuánta gente va a venir, si te va a faltar pan o sobrar», relata.

Estos días no tienen nada que ver con los días que dejamos atrás hace poco más de una semana. «Decidimos abrir por dar servicio a los vecinos», afirma.

Para ello han adoptado una medidas de seguridad que veíamos muy lejanas en las imágenes de televisión que nos ofrecían de China pero a las que nos hemos tenido que acostumbrar en tiempo récord. «He puesto carteles de máximo 4 personas en el establecimiento y pido que mantengan una distancia de seguridad. Intento que todo el mundo me pague con tarjeta. Si toco el dinero me echo gel desinfectante de manos. Aún así hay gente a la que hay que recordárselo. Se siguen acercando como sino pasara nada e incluso quieren tomarse el café en la puerta de la cafetería», confiesa Almudena.

La joven tudelana reconoce que «es muy triste trabajar así. Ves a poca gente y no sabes cómo acercar con el pedido». No obstante, asegura hay motivos más que suficientes para seguir adelante. Palabras de ánimo, agradecimiento y gestos de los vecinos. «En el barrio hay gente mayor y les he dicho a algunos vecinos que les suban el pan. Yo misma me he ofrecido a acercarles el pan al terminar la jornada y evitar que se expongan. Creo que son tiempos en los que debemos ayudarnos los unos a los otros en lo que podamos», concluye Almudena.