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Izquierda-Ezkerra ha contestado a las declaraciones realizadas por el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, en relación al monumento en homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA, unas declaraciones que los concejales de la oposición consideran «absolutamente lamentables». Además han acusado al alcalde de aprovechar una rueda de prensa sobre otro asunto para realizar unas declaraciones «totalmente fuera de contexto, sin pregunta previa por parte de los periodistas y con el único propósito de generar polémica y confrontación en un tema que nos parece excesivamente delicado», ha asegurado la portavoz de IE en el ayuntamiento, Olga Risueño.
Para los concejales del principal grupo de la oposición «es absolutamente falso que no se informara a la oposición; la ubicación estaba decidida por consenso, no como ahora; y la razón por la que no se llevó a cabo fue el elevado presupuesto, no había partida suficiente para ello y que obra tardaría más de un año en hacerse».
Risueño ha repasado la cronología de un proyectos del que ha dicho, eran perfectamente conocedores los grupos de la oposición, especialmente la portavoz del PP y actual concejal de Hacienda, Irene Royo, de cuyo grupo partió la iniciativa, así como la anterior portavoz de los regionalistas en el ayuntamiento, Natalia Castro. Como prueba, ha remarcado Risueño, están las actas municipales de las Juntas de Gobierno en las que se habló de este tema. «Pueden criticar que fuera lento el proceso y que no se llegase a hacer, pero ni hubo dejadez y, desde luego, no hubo ni habrá nunca desprecio hacia las víctimas, una acusación que nos parece gravísima por parte de Alejandro Toquero».
Uno de los motivos que han argumentado las concejales de Izquierda Ezkerra para que la obra se retrasase y no se llevase a cabo ha sido, precisamente, el interés del anterior equipo de gobierno por crear una obra a la altura de lo que pretendía mostrar este reconocimiento a las víctimas de ETA. «Consideramos que es un tema muy importante. No queríamos que fuera un simple monolito y creímos que lo mejor era contactar con un escultor que diera renombre al proyecto y que éste perdurará en el tiempo. Casualidad, parece que han llegado a la misma conclusión y que ahora van a pedir presupuestos a escultores locales. Esperamos saber cuánto va a costar la intervención de esos escultores o escultoras locales pero ya ha dicho el alcalde que quiere algo digno pero que tampoco se va a gastar mucho dinero», ha señalado.
También ha recordado que todos los grupos de la oposición consensuaron la ubicación del monumento, del que existen bocetos en el archivo municipal, y que incluso se pidió la opinión del arquitecto Rafael Moneo puesto que la obra iba a introducirse en un proyecto que él creó para la ciudad. «Rafael Moneo delegó en una persona de su confianza que acompañó al alcalde y al resto de representantes de los grupos políticos, incluida Natalia Castro, de UPN, e Irene Arroyo, del PP y decidieron la ubicación, cosa que no ha ocurrido ahora porque suponemos que a Toquero le basta su opinión y le sobra su única opinión para decidir dónde se pone un monolito que ya tenía una ubicación consensuada», ha criticado.
Otro asunto al que han respondido los concejales de Izquierda Ezkerra es a la pérdida de algo más de 1.000 euros de subvención para el proyecto, un asunto que para Risueño»resulta ridículo». «Hablar de la pérdida de 1.167 euros cuando en seis meses el equipo de Gobierno de Navarra Suma ha perdido más de medio millón de euros en subvenciones nos parece ridículo y en todo caso se informó de ello. Quizá la oposición tampoco tuvo un celo excesivo en este tema, ya que nunca nos cuestionaron la subvención, que decidiéramos hacer una escultura en vez de un monolito y ni siquiera plantearon enmiendas en los presupuestos para intentar forzar el tema».
Risueño se ha preguntado que hubiera dicho Navarra Suma «si hubiésemos inaugurado un monolito de homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA en marzo, abril o mayo de 2019, cuando llevábamos meses de campaña, nos hubieran pedido una dimisión inmediata».
Olga Risueño ha finalizado su intervención dando lectura al posicionamiento político de la formación respecto al reconocimiento de las víctimas de ETA:
«El reconocimiento a las víctimas de ETA es el objetivo común»
Muchas de las personas de nuestros colectivos han sido y son activistas de la memoria y de la solidaridad hacia quienes han padecido el golpe de la violencia de ETA, y nos molesta profundamente que eso se ponga en duda, porque hemos tenido empatía hacia el sufrimiento de las víctimas. Incluso nos hemos volcado en iniciativas que han perseguido su dignificación y recuerdo tanto Izquierda Unida como Batzarre.
En el año 2010 votamos a favor de la Ley de Víctimas del Terrorismo con convicción y sin ningún tipo de duda. Somos conscientes de que las víctimas, además del daño de la agresión en sí misma, han tenido una serie de sufrimientos añadidos que no sólo tienen que ver con el golpe directo y la violencia tras una amenaza en un entorno familiar, profesional o político. Y fue precisamente ese objetivo ventajista de ETA el que hizo que se atemorizaba a quienes tenían unas determinadas ideas ante tanto dolor.
Conviene que hagamos un esfuerzo de reconstrucción del tejido ético dañado por la cultura del odio, que hizo posible justificar y ejecutar tantos asesinatos. La violencia de ETA nos hirió en lo más profundo. Por eso creemos que la restitución hacia las víctimas de ETA pasa también por la dignificación social y moral. La memoria siempre debería ser cálida y construida desde la cercanía ante el dolor. La víctima debería constituir, por eso, un espacio de consenso moral, un lugar de encuentro. No hubo ninguna justificación para matar al que pensaban diferente. No hubo ninguna justificación para sumar a la muerte el desprecio, el valor, el vacío y el odio.
Por eso, partiendo de estas reflexiones, creemos que tenemos el deber y la obligación de hacer el monumento de la mejor forma posible, sin reproches mutuos, sabiendo que en esto deberíamos estar juntos, sabiendo que, en definitiva, nuestras memorias apuntan a un futuro donde quede claro que matar a alguien por pensar diferente no tiene absolutamente ninguna justificación.
Si somos capaces de que las nuevas generaciones entiendan esto, si somos capaces de transmitir nuestro calor humano a las víctimas, si somos capaces de unirnos ante este monumento, entonces sí habremos ganado al terrorismo de ETA de verdad.
Por todo ello, creemos que este tipo de declaraciones no son justas, ni son prudentes, ni son sensatas y van más a fracturar a la sociedad que a tender puentes. Exigimos públicamente que el alcalde pida perdón a este grupo por esas lamentables acusaciones y esperamos que de ahora en adelante el reconocimiento a las víctimas de ETA sea el objetivo común que nos una y no se busque con este tema la polémica política. Las víctimas no se lo merecen. La sociedad no se lo merece.
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